El mundo cripto, que ha crecido de manera acelerada durante la pandemia del COVID-19, va más allá de solamente las criptomonedas. Existe todo un ecosistema alrededor de ellas.
Dicho ecosistema se trata de las finanzas descentralizadas (DeFi, por sus siglas en inglés), un término que engloba una serie de aplicaciones financieras en criptomoneda o blockchain orientadas a revolucionar los intermediarios financieros.
“Las finanzas descentralizadas no son otra cosa que sistemas financieros sin la necesidad de intermediarios. En DeFi, la información fluye sin la necesidad de que una institución tenga que dar su visto bueno, sino que este es dado por la red de usuarios del mismo sistema. Puede parecer abstracto pero en realidad es bastante sencillo”, explica Guido Quaranta, CEO y fundador de SeSocio.
Se trata de un nuevo paso en la tendencia hacia el dinero digital y la libertad financiera, sin necesidad de estar atados a entidades como bancos. Las DeFi se basan en la blockchain, la tecnología que está detrás de la moneda digital Bitcoin, que permite que varias entidades tengan una copia de un historial de transacciones, lo que transparenta las operaciones monetarias sin necesidad de un ente que las controle.
“Las DeFi se pueden aprovechar de muchas maneras. Para empezar, cualquier persona podría convertirse en proveedor de liquidez. ¿Qué significa esto? Que puede prestar sus criptomonedas mediante sistemas de contratos inteligentes, como pueden ser Uniswap, Curve, AAVE y recibir una comisión cada vez que haya interacciones. Los rendimientos anualizados en estos momentos son mucho más altos que la mayoría de los instrumentos financieros tradicionales”, agrega Quaranta.
Estos contratos inteligentes son una suerte de programas o aplicaciones que no pueden ser alterados. Por ejemplo, piense en una persona que necesita US$ 10,000 hoy y no los tiene, pero posee 1 Bitcoin (cuyo valor supera los US$ 50,000) que no lo quiere vender.
Entonces podría ir al mercado DeFi de crédito y pedir prestados US$ 10,000 y poner su Bitcoin como garantía. Entonces, colocará su bitcoin en un contrato inteligente esperando que venga otra persona y le preste los US$ 10,000. Cuando devuelva ese monto, más los intereses correspondientes, recibirá de vuelta su Bitcoin.
Si el préstamo no se paga, el contrato inteligente automáticamente liquida las garantías y cumple las obligaciones con los proveedores de liquidez. Los rendimientos ofrecidos rondan el 10% al 12%.