En medio del clima de conflictividad social que envolvió al país durante varios meses y duró hasta hace pocos días, las inversiones mineras acusaron una caída constante que las llevó en enero último a una de sus cifras más bajas desde inicios del año pasado.
Según el último boletín estadístico minero (BEM) del Ministerio de Energía y Minas (Minem), en el primer mes del año las empresas mineras invirtieron US$ 272 millones, lo que resulta menor en 2.9% a los US$ 280 millones de enero del 2022.
Pero, además, el resultado de de enero supone la séptima caída consecutiva en las inversiones de esta industria, pues su último crecimiento data de julio del año pasado, en el que registró un aumento del 4.9%.
Desde entonces, cayó 3.9% en agosto, -8.6% en setiembre, -7.1% en octubre, -2.1% en noviembre, y -5.7% en diciembre.
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Sin embargo, las cifras de crecimiento en el primer semestre del 2022, compensaron las caídas sucesivas del segundo semestre, y permitieron que la inversión minera creciera en 1.9% en todo el año, con US$ 5,364 millones.
¿A qué se debe la caída de la inversión minera?
La caída de enero, explicó el Minem, se debió principalmente a la menor inversión ejecutada por Anglo American (-65.5%), que a finales del tercer trimestre del 2022 inició operaciones en su mina Quellaveco.
El segundo factor, anotó, fue la menor inversión de Minera Las Bambas en -40.3%, producto de las paralizaciones en el corredor minero del sur. Cabe señalar que la compañía reanudó esta semana su operación, que estuvo detenida desde febrero.
En cuanto a los titulares mineros que concentraron mayores montos de inversión fueron Antamina, con el 27.7% del total; y Southern Peru y Anglo American, con el 14.6% y 14.5%, respectivamente.
La inversión en exploración, por otro lado, fue de US$ 25 millones en enero de este año, mayor en 29.6% con respecto a lo reportado en enero de 2022 (US$ 19 millones).
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Esto fue producto de la mayor inversión ejecutada por Minera Poderosa S.A. (56.2%) en sus unidades Libertad y La Poderosa de Trujillo; Buenaventura (163.5%) en su concesión Acumulación Uchucchacua; y Nexa Resources (696.0%) en su unidad Cerro Lindo.
¿Cuál es la proyección de inversiones del Minem para este año?
En tanto, el Minem informó a Gestión que, para el 2023, ese ministerio tiene previsto que las inversiones lleguen este año a los US$ 5,300 millones (lo que supone una reducción del 1.19% respecto al 2022).
Concretamente este año, según el ministerio, se puede hacer viable la ejecución de cuatro proyectos mineros por US$ 2,947 millones: Corani, Magistral, Reposición Antamina y Romina.
En general, la cartera del Minem incluye 47 proyectos por US$ 53,715 millones, aunque, de ellos, 13 enfrentan conflictos sociales latentes o activos, según el último reporte de la Defensoría del Pueblo, entre ellos la Ampliación Toromocho, San Gabriel, entre otros.
Poco optimismo en los gremios mineros
Por su parte, el presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), Víctor Góbitz, señaló que, en general, la industria minera no puede dejar de invertir, pues cada año, como mínimo, desembolsa US$ 2,000 millones para mantener la producción en marcha.
No obstante, dejó en claro que no hay inversión en nuevos proyectos porque aún hay cierta incertidumbre, además, debido a que la administración pública sigue siendo lenta para otorgar los permisos.
En el caso de las inversiones para buscar nuevos yacimientos, Góbitz indicó que, si bien la exploración tiene muy bajo impacto ambiental, también tiene un alto riesgo financiero porque de cada 10 proyectos, solo uno se convierte en una mina productiva.
En esa línea, si bien el Minem señala que hay 63 proyectos en exploración por US$ 4,586 millones, Miguel Cardozo, director del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP), indicó que hay en realidad pocos en construcción.
De los que se están realizando, además, explicó que muy pocos son proyectos nuevos (greenfield), y algunos son exploraciones en torno a minas ya en operación (proyectos brownfield).
Cardozo aseguró que no han mejorado las condiciones para realizar inversiones en ese rubro, y que las mayores trabas provienen del Ministerio del Ambiente, cuando se aprobó el D.S. 044, que regula temas ambientales para proyectos exploratorios, y que estableció el silencio administrativo negativo.
Eso significa, acotó, que cuando el sector no da opinión sobre aspectos ambientales de un proyecto minero, simplemente el proyecto no recibe autorización y no avanza. Según Cardozo, hay proyectos de ese tipo que están hasta cuatro años parados por esa traba administrativa.