El ingreso promedio de la población proveniente del trabajo para Lima Metropolitana se redujo en 2022 frente a su nivel prenpandemia (-1.2%), pero creció 8.1% respecto al 2021. No obstante, la situación es distinta si se observa al segmento de trabajadores más calificados.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), los empleados con educación superior universitaria tuvieron un ingreso medio de S/ 2,720 en el 2022, nivel menor al registro del 2019 (-5.1%), pero también frente a la cifra del 2021 (-0.7%).
En términos absolutos son S/ 146 menos de lo que se ganaba en promedio en el 2019, y S/ 20 menos de lo que se percibía en el 2021.
La caída frente al 2021 va en contra de la dinámica de los otros segmentos por logro educativo (primaria, secundaria, y superior no universitaria), que tuvieron variaciones positivas incluso superior a los dos dígitos (primaria y secundaria).
En el último reporte del INEI, que corresponde al trimestre móvil noviembre - diciembre 2022, y enero del 2023, la caída en los salarios de la mano de obra de mayor calificación es más acentuada.
Frente al mismo periodo previo (noviembre - diciembre 2021, y enero 2022) la contracción es de 5.8%, y respecto al trimestre móvil noviembre - diciembre 2019, y enero 2020, es de 7.5%. En términos absolutos las reducciones fueron de S/ 169 y S/ 273, respectivamente.
Fernando Gonzáles, economista del Instituto Peruano de Economía (IPE), señaló que los menores ingresos promedio de la población trabajadora más calificada se da por una mayor tendencia a la contratación de trabajadores de menor edad.
Se está dando, señaló el analista, un fenómeno de recomposición laboral en ese segmento, donde se pondera menos a los trabajadores más experimentados (entre 45 y 64 años), quienes perciben un mayor salario.
Se han producido reducciones de estos empleados sobre todo en sectores como el educativo (enseñanza) y minería (el que expone mayores salarios en promedio) en los últimos años. Por otro lado, destacó que en sectores como comercio y agropecuario hubo un incremento importante de empleados más jóvenes (entre 19 y 30 años).
Como explicación se tiene el proceso de desaceleración económica que vive el país, que ha influido en las decisiones de contratación de las empresas. Asimismo, indicó que la pandemia también pudo haber contribuido en la salida de personas de mayor edad de sus puestos laborales, por ser usualmente más vulnerables.
“Según la ENAHO, en el segmento de educación superior hubo una recomposición del empleo. Hay una menor cantidad de personas empleadas que tienen entre 45 y 64 años, que son las que típicamente más ingresos tienen por su experiencia. Más bien (se da) un incremento del número de trabajadores entre 19 y 30 años, aquellos con menos años en el mercado laboral, y por lo tanto con menor ingreso. Las empresas prefieren contratar a jóvenes considerando que la economía pasa por un periodo de marcada desaceleración y que tampoco tiene muchos planes de expansión como para querer contratar, por ejemplo, gerentes”, apuntó.
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En línea con lo anterior, el economista asociado de Macroconsult, Yohnny Campana, señaló que parte de la explicación viene por la debilidad de la inversión privada que, al igual que otros analistas, estima haya sido negativa el año pasado.
Explicó que, con un inversión privada lenta, se abre paso a un menor crecimiento de la productividad laboral, lo que termina en menores salarios, en este caso para la población más calificada.
Mencionó que las perspectivas para el 2023 serían también de estancamiento de los ingresos de este segmento laboral, lo que tendría como marco también una previsión “débil” de la inversión privada.
La inversión privada caería 4% en el primer trimestre del año, según Macroconsult. En el año esta experimentaría un descenso del 3%, luego de haberse reducido 1% en el 2022.
“Los ingresos se han estancado el año pasado. Mucha de la inversión privada, de gran escala, básicamente genera demanda por mano de obra formal, y el grueso de ocupación calificada está insertada en puestos formales. Entonces probablemente esa ralentización de ingresos (de trabajadores con educación universitaria) está asociada a la evolución que vemos del ciclo de inversión. En ausencia de inversión, por ejemplo en tecnología, no se puede producir más en menos tiempo disponible. Entonces los salarios se rezagan, el aporte marginal del trabajador se mantiene plano”, anotó.
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Otra explicación
El economista de Macroconsult señaló que otro factor que explica el rezago de estos ingresos promedio, aunque no relacionado directamente al 2022, es que muchas personas que estudiaron en universidades que perdieron su licenciamiento fueron “penalizados” en forma de un menor salario.
“Es un fenómeno que afecta aunque de manera transversal a lo largo de los periodos luego de que el grueso de estos procesos de licenciamiento culminó, a partir del 2019″, anotó.
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Dato
- 1.4 millones de personas en Lima Metropolitana son los ocupados en el segmento con educación superior universitaria, según datos del INEI para el trimestre móvil noviembre - diciembre 2022 y enero 2023.
- En el segmento de trabajadores con educación secundaria y superior no universitaria no hubo una recomposición por edad, según IPE.