El Plan Impulso Perú, presentado a finales de agosto por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), aún no termina de implementarse. A pesar de ello, se apuesta por un conjunto de 10 nuevas medidas con las que intentará reactivar la economía, que en este segundo semestre se ha ralentizado.
Para revertir esta situación, el MEF presentó 10 medidas adicionales a las 36 que forman parte del Plan Impulso Perú. La apuesta principal es otorgar más beneficios tributarios a las empresas de diversos sectores, pues la mitad de las nuevas acciones planteadas tiene este componente (ver tabla).
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Riesgo de elusión tributaria
Una de las medidas planteadas por el MEF es otorgar a las empresas una deducción adicional temporal de 50% del gasto por un año para la contratación de nuevos trabajadores. Se aplicará a aquellos con una remuneración bruta mensual inferior a S/ 1,700. Las empresas que se acojan se comprometerán a no reducir el número de trabajadores.
El tributarista, Jorge Picón, quien analizó las medidas junto a Gestión, afirmó que actualmente las empresas ya deducen el 100% del costo de su planilla y con este beneficio la deducción total sería de 150% en el caso de los trabajadores con ingresos menores a S/ 1,700.
Si bien la intención del MEF es que con este incentivo las empresas decidan formalizar a sus trabajadores y ponerlos en la planilla, para Picón, lejos de generar dicho efecto, la medida fomentaría un esquema de elusión tributaria.
“Aunque tenga un pequeño efecto, más se va a prestar a mecanismos de elusión. Las empresas que actualmente tienen trabajadores, al no poder reducir trabajadores crean una empresa nueva y contratan a las que tengan en la otra para acogerse al beneficio. La norma se presta a una elusión masiva y dudo mucho que dé lugar a alguna formalización”, dijo.
El MEF ha calculado que el costo para el Estado por la aplicación de esta medida específica será de S/ 1,000 millones.
Las acciones adicionales propuestas por ese ministerio buscan imprimir mayor dinamismo a la economía, que se debilitó en el segundo semestre.
El ministro de Economía y Finanzas, Kurt Burneo, afirmó que ese portafolio sinceró sus cifras de crecimiento para el 2022 y ahora se espera un avance de entre 2.7% y 3%, por debajo del 3.3% estimado en el Marco Macroeconómico Multianual (MMM) 2023-2026 publicado en agosto.
El presidente del Banco Central de Reserva (BCR), Julio Velarde, también refirió que en la segunda mitad del año el avance del PBI será más lento.
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Depreciación y devolución de IGV
Otra de las medidas tributarias planteadas es el régimen de depreciación acelerada para maquinaria y equipos a las actividades asociadas a textiles, confecciones y calzado, por el cual se propone reducir el periodo de depreciación de las máquinas de 10 a tres años. Así, se pasa de un porcentaje anual de depreciación de hasta 10% a un máximo de 33.33% por año.
La intención de esta medida es incentivar la inversión privada, otorgando una reducción de los costos financieros de inversión a las empresas que actualmente se encuentren en operación. Tiene un costo de S/ 10 millones para el Estado.
Según Picón, si bien la medida no es mala, experiencias anteriores, como las que se dieron durante la pandemia, cuando hubo acciones similares, ya han demostrado que no son suficientes para reactivar un sector. “La pregunta sería por qué solo estos sectores y no otros que también generan mucha mano de obra”, añadió.
Una tercera medida tributaria es la modificación del Régimen de Recuperación Anticipada el IGV, el cual otorga alivio financiero a las empresas en su etapa preoperativa. Actualmente se aplica a todos los sectores y requiere una inversión mínima de USS 5 millones, y se propone reducir este monto mínimo a US$ 2 millones por un periodo de dos años, con un costo para el fisco de S/ 80 millones.
El tributarista Picón explicó que si bien este beneficio permite a las empresas recuperar el IGV que pagaron durante el periodo de inversión, previo a la operación, las firmas no se acogen al mismo, básicamente por desconocimiento.
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Firbi muerto
La cuarta medida tributaria es buscar impulsar al sector inmobiliario mediante extensión por tres años del tratamiento especial del Impuesto a la Renta (IR) que se otorga a los Fondo de Inversión en Renta de Bienes Inmuebles (Firbi), cuya vigencia es hasta el 2022.
Los Firbi son una fuente alternativa de financiamiento para los desarrolladores de proyectos habitacionales, comerciales e industriales.
Si bien los Firbi pagan un IR de solo 5%, Picón refirió que actualmente estos fondos están paralizados, ya que hubo una resolución del Tribunal Fiscal, que luego se puso en un decreto legislativo, que cambió la forma de distribución de utilidades reduciendo el beneficio.
Hasta antes de estas medidas los Firbi recibían utilidades antes del pago de impuestos, ahora las tienen después de que la inmobiliaria pague el 29.5% del IR, reduciendo el monto percibido, lo que desincentiva su uso.
Una última medida está referida a la extensión de beneficios al sector acuícola y forestal. Desde este año, estos sectores tienen tasas de IR reducidos. Por ejemplo, las empresas con ingresos menores a las 1,700 UIT pagan 15% de IR hasta el 2030 y los que tienen ingresos superiores a dicho monto tienen tasas que irán subiendo gradualmente: 15% en 2022, 20% hasta el 2024, 25% hasta el 2027 y a partir del 2028 pagarán 29.5%.
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Opinión
Implementar más beneficios tributarios es un grave error
Luis Arias Minaya, exjefe de la Sunat
Implementar más beneficios tributarios es un grave error. En primer lugar porque ya se ha demostrado que las rebajas impositivas no dan resultados para promover el crecimiento. Hace poco, entre el 2015 y el 2017, hubo rebajas en los impuestos y no resultaron. Lo que sí pasó es que se puso en riesgo la recaudación y las finanzas públicas.
En segundo lugar, estas rebajas impositivas se dan en beneficio de determinados sectores. Allí tenemos un segundo problema sobre quién elige a los sectores. ¿Por qué textil, calzado y no otros sectores?
En este caso estamos hablando de acciones desesperadas para tratar de revertir el problema central para el crecimiento, que en la actual circunstancia es la falta de confianza de los inversionistas.
Esto nos está llevando a lo que éramos como política económica en los 80, que frente a crisis se daban exoneraciones. Me parece un error grave.
El MEF es parte del Gobierno, no seamos benevolentes, tiene una silla en el gabinete. Todo lo que hoy estamos viendo de las designaciones, de la gestión pública, los enfrentamientos con el Congreso, de la cuestión de confianza, todo se ve en el gabinete. No es que hay un Gobierno que es MEF y otro del resto de sectores. No es así.
El Gobierno está mal encaminado, no está atacando los problemas centrales y, frente a eso, viene el populismo, porque dar beneficios tributarios a sectores particulares es populismo.
Hay que evaluar la política económica como parte de la política gubernamental. La política económica incluye la política tributaria, laboral y la fiscal. En la parte laboral no estamos viendo señales y sí discrepancias entre ministros. Eso antes era excepción y ahora parece ser la regla, que como consecuencia trae una política económica debilitada.
Si el ministro de Trabajo va por un lado y el ministro de Economía, por otro, evidentemente eso no genera confianza.
El Gobierno nos ha dado señales claras de que no va a enmendar.
El dato
Sin impacto. Durante su participación en CADE Ejecutivos 2022, el presidente del BCR, Julio Velarde, afirmó que la reducción de impuestos casi no tiene efectos en el PBI, a diferencia de la inversión pública que tiene un multiplicador de 1.6. veces.