El Fondo Monetario Internacional (FMI), la OCDE e incluso los servicios económicos de la ONU coinciden en que la guerra comercial entre Estados Unidos y China va a perjudicar a los consumidores, a las empresas y, a la postre, al crecimiento económico global.
Un reporte de la BBC señala que en el mismo escenario se encuentra América Latina, dado que los daños colaterales por el pulso entre ambos países ya viene afectando a algunas economías de la región.
1. Caída del precio de las materias primas
Hasta el momento China se ha mantenido como el principal consumidor de metales, lo que le ha valido a los países de la región obtener beneficios en los últimos meses.
Sin embargo, reportes de una desaceleración de la economía china mantiene preocupados a los inversores en este tipo de materias.
Así, productos como los minerales peruanos se desplomaron en las últimas semanas, lo que reduce las ganancias exportadoras y la recaudación del gobierno.
La probable etapa de recesión económica en la que se encontraría el país asiático hace peligrar también a la soja argentina o el cobre chileno, que no registran desembarques a gran escala.
De tal modo, la idea de cubrir la demanda de productos que pretenden comprar tanto Estados Unidos como China se va desvaneciendo a medida que aumentan las tensiones.
2. Subida del dólar
El precio del billete verde, ha registrado subidas durante las jornadas de los últimos meses en los distintos mercados de la región.
Un dólar más caro significa un debilitamiento de las monedas locales. Esto puede traducirse en una posterior inflación, como la situación que afronta actualmente Argentina, cuya divisa ha perdido gran parte de su valor (se cotizó hasta a 46 pesos argentinos por dólar en la semana).
En la misma línea vienen operando los mercados bursátiles latinoamericanos, que no escapan de registrar caídas, especialmente en los sectores mineros en economías dependientes de los metales como Perú.
3. Fábricas prefieren operar en México
Tanto las multinacionales chinas como estadounidenses han encontrado en México la solución a los problemas arancelarios. Como se recuerda, Donald Trump impuso una ronda de aranceles a diversos bienes chinos valorizados en US$ 200,000 millones.
La medida del mandatario estadounidense provocó, según las compañías que operan en China, que el costo de producción de sus productos se eleve, así como el precio de venta final a los usuarios.
El fabricante chino de utensilios desechables de plástico y papel, Fulling Global así como el fabricante de cámaras de acción, GoPro han anunciado en los últimos días su intención de trasladar sus fábricas a estados mexicanos como Monterrey y Guadalajara
4. Exportaciones mexicanas se elevan
México se perfila como uno de los mayores ganadores con el conflicto comercial no solo al recibir más empresas sino también al elevar su cuota de exportaciones.
Según cifras del Departamento de Comercio de Estados Unidos, las exportaciones e importaciones entre ambos países sumaron US$ 97,400 millones en el primer bimestre de este año.
El gobierno mexicano prevé que las cifras continúen al alza, especialmente luego de que Trump eliminara los aranceles que había impuesto a las importaciones de acero y aluminio de México y Canadá, en el mercado del tratado de libre comercio que esperan ratificar las tres naciones a la brevedad.