Las economías de América Latina se están deteriorando más rápido que nunca en la historia y se dirigen hacia su peor contracción del período posterior a la Segunda Guerra Mundial, dijeron el viernes economistas de Goldman Sachs.
“El entorno macroeconómico y financiero de América Latina continúa deteriorándose, y a un ritmo sin precedentes históricos”, escribieron los especialistas en una nota, en la que estimaron que la economía de Brasil se reducirá un 3.4%, la de México un 4.3% y la de Argentina un 5.4%.
El banco, con sede en Nueva York, redujo su pronóstico de crecimiento regional este año a una disminución de 3.8% en comparación con una contracción de 1.2% hace apenas una semana. Es aún peor que la caída de 2.1% durante la crisis financiera mundial en el 2009 y la caída de 2.4% durante la crisis de la deuda latinoamericana de 1983.
Los formuladores de políticas probablemente responderán reduciendo los costos de endeudamiento a mínimos históricos, escribieron en un informe economistas de Goldman liderados por Alberto Ramos. Esperan que el banco central de Brasil reduzca las tasas a 3%, mientras autoridades desde Colombia hasta Perú y México hacen lo mismo con medidas propias de flexibilización.
“El objetivo primordial a corto plazo no es la ortodoxia fiscal, sino prevenir el colapso y la congelación profunda de la actividad económica”, escribieron. “Una contracción repentina y profunda de la actividad podría forzar la salida incluso de empresas financieramente sólidas y bien administradas”.
Esta sombría perspectiva complica un momento ya desafiante para los mercados latinoamericanos. Venezuela ha permanecido excluida de los mercados internacionales desde que comenzó a incumplir sus bonos a fines del 2017. Entretanto, Argentina está comenzando una reestructuración de la deuda y Ecuador busca reperfilar sus pasivos a medida que el coronavirus arrasa con el capital comercial de la nación.
El alto nivel de endeudamiento público en países como Argentina, Brasil y Ecuador podría reducir el tamaño de los paquetes fiscales destinados a abordar la crisis de salud pública, escribieron los economistas de Goldman.
“Es probable que estas restricciones y gravámenes de política aumenten el costo económico final que la pandemia de coronavirus puede ejercer”, dijeron.