Enviada especial a Loreto
La incertidumbre que hoy se vive en el campamento de Andoas (Loreto), en donde se ubica el Lote 192 -el lote petrolero más importante del país- se agudiza a medida que se acercan los días para que finalice el contrato temporal de operación por parte de la compañía canadiense Frontera Energy: el 2 de marzo de 2020.
Rodeados de un bosque natural, en el campamento nos recibe el gerente de campo de compañía, Yvan Ancka, quien dentro del helicóptero que partirá hacia la planta Huayurí, una de las 10 que posee el Lote 192 (ex Lote 1-AB), resume la importancia del mismo.
Tiene un área de más de 512,000 hectáreas en donde se encuentran 87 pozos que producen 11,500 barriles de petróleo por día (BPD), lo que representa el 30% de la producción nacional de petróleo.
En el lote trabajan 1,000 personas y se eleva a 3,000 contando los empleos indirectos. Además, conviven con 19 comunidades nativas.
Detalla que desde la base de Andoas, toda la producción de petróleo (que es operada por Frontera Energy) es entregada a Petroperú -empresa estatal encargada del transporte, distribución y comercialización del petróleo-, y finalmente el crudo se distribuye a través del ramal norte del Oleoducto Norperuano.
Así, tras el recorrido a la planta, Ancka explica que el contrato de operación temporal inició en agosto de 2015 y vence en marzo de 2020, de manera que después de esa fecha, de no existir ampliación alguna por parte del Estado, tendrán que retirar operaciones.
“El 2 de marzo vence el contrato. El 3 (de marzo) esto ya está sin luz, sin personal, porque Frontera ni siquiera podría dejar un vigilante porque legalmente ya no es operador”, sostiene el gerente de campo.
Cabe precisar que una vez culmine el contrato de operación por parte de Frontera Energy, el Lote 192 debe pasar a manos de Petroperú, esto de acuerdo a lo establecido en la Ley 30357 publicada en el 2015 aprobada por el Congreso de la República.
Una vez el lote sea entregado a Petroperú, éste debe elegir a una empresa que actúe como socio para continuar la operación, esta vez con un contrato de concesión.
Escenario a futuro
Ancka precisa que de existir intensión de una ampliación de contrato, esta debió realizarse tres meses antes a la fecha de culminación del acuerdo, es decir, el pasado lunes 2 de diciembre, esto tomando en cuenta que para que pueda operar el Lote 192 se requiere de insumos que en su mayoría son importados y los cuales llegan a Andoas en 3 a 4 meses.
“Se debió ampliar el contrato, llegar a un acuerdo de ampliación o de lo que sea, porque si a la empresa le avisan un mes antes, una semana antes o día antes, la verdad que es bien complicado operar este lote si es que uno no ha previsto comprar los insumos con anticipación”, alerta.
En esa línea, indicó que la fecha clave para dar paso a la firma de contrato de ampliación de operación, sería mínimo enero del próximo año, de manera que para esa fecha se puede empezar a realizar los pedidos de los insumos.
“Hasta enero de 2020 hay una ‘chance’, pero si no hay una respuesta en enero la verdad que el futuro se ve como el cielo (refiriéndose al cielo oscuro). (...) Ahora la empresa que decida comprar algo (los insumos) sin asegurar que lo va a usar es difícil, (porque) nadie compra algo con una promesa”, señala. De este modo, precisa que la decisión de una posible ampliación del contrato temporal queda en manos del Gobierno.
Detalla, además, que entre los insumos que se requieren para la operación del lote petrolero figuran los químicos para el tratamiento del crudo y del agua, los cuales son importados de Houston, ciudad de Texas (Estados Unidos). Estos deben llegar a Lima, partir a Pucallpa vía terrestre y luego llegar al distrito de Andoas por transporte fluvial, lugar del campamento.
“Muchos insumos no se pueden traer por vía aérea, eso lo hemos intentado algunas veces pero son peligrosos y la regulación aeroportuaria te lo impide volar en avión, a parte que es carísimo”, dijo.
De este modo, Ancka señala que en caso se amplíe el contrato de operación temporal éste sería de un plazo mínimo de un año, considerando que a la fecha no se cuenta con el proceso de Consulta Previa. Según indica, dicho proceso tomaría 12 meses y en esa línea, una posible ampliación del contrato podría requerir ese periodo de tiempo.
En este último punto surge un nuevo dilema, puesto que en noviembre de este año el Ministerio de Energía y Minas (Minem) a través de la Resolución Ministerial N° 351-2019 decidió delegar temporalmente a Perupetro el proceso de Consulta Previa de los lotes 200, 201 y 192.
Los riesgos
El también gerente de campo de Frontera Energy, Nelson Delgado, indica que el Lote 192 opera las 24 horas de los 7 días de la semana, de manera que más allá de llegar al mejor acuerdo, lo más importante es que el lote no deje de operar.
“Parar el lote es lo más perjudicial que puede haber porque es parar la dinámica, la corrosión hace efecto y también tenemos convenios con las comunidades (los afectados)”, señala.
Desde la empresa, asegura, no tienen ninguna información respecto a lo que sucederá con el contrato de operación, salvo lo dicho por el presidente de Petroperú, Carlos Paredes, quien hace poco dijo que la entrega del Lote 192 se aplazaría a entre abril o mayo de 2020, pues para esa fecha estarían culminando la Consulta Previa.
Al respecto, Ancka señala que de no tener respuesta hasta el 2 de marzo del año próximo, posteriormente Frontera Energy ya no podrá operar el Lote 192 con lo cual Perú perdería los 11,500 barriles de petróleo por día (BPD) que produce dicho lote o en su defecto la producción se reduciría a la mitad, a unos 5,750 BDP. Además, se dejaría de dar empleo a las 3,000 personas que hoy alberga el campamento de Andoas.
“Hay muchos trabajadores que me preguntan ¿y el Lote 192? y esa respuesta yo no se las puedo dar”, concluye.