El ministro de Economía y Finanzas, Pedro Francke anunció, en la última sesión extraordinaria de la Comisión de Constitución del Congreso de la República, que los juegos de azar digitales estarían gravados con el Impuesto General a las Ventas (IGV), esto dentro de las medidas propuestas en el proyecto de ley de delegación de facultades legislativas, solicitadas para legislar en materia de política tributaria y fiscal.
“La economía digital es un tema complejo, pues tenemos servicios digitales que pueden cruzar la frontera con facilidad y que la ley establece que están sujetos al IGV, solo que no hay mecanismo práctico para cobrarlo. Un juego en línea o juegos de azar en línea con casa en Las Vegas, debería pagar IGV, pero no lo paga porque no hay un mecanismo de recaudación”, señaló.
Agregó que en todo el mundo se está viendo cómo cobrar impuestos sobre estos sectores. “No es que estamos incluyéndolos en el IGV, sino que deberían pagar este concepto”, indicó el ministro.
Francke dijo, respecto a si el precio de estos bienes y servicios se verían afectados, que es un escenario marginal. “Estos servicios suelen tener una tarifa similar a nivel internacional, por lo que es muy poco probable que impacte en el precio de los consumidores. Lo que se ha visto en las experiencias de otros países es que no ha habido impacto”, manifestó.
Cobro difícil
En cuanto al anuncio, el abogado tributarista Jorge Picón mencionó que no habría una manera lógica de aplicar este tipo de impuestos sin eventualmente distorsionar el mercado. En principio, esto se explica porque las apuestas son cantidades de dinero que no generan valor agregado, por eso los juegos de azar no están gravados con IGV como específicamente dice la ley tributaria, sino con el Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) para el margen de ganancia.
No obstante, en un entorno online, el ISC también tendría dificultades en su aplicación, pues no se podría controlar cuánto es el ingreso neto al momento de retirar el dinero, incluso se podría caer en gravar a un cliente que tenga pérdidas.
“Lo que imagino es que el ministro quiere gravar los premios de las apuestas online, pero eso no se puede hacer con IGV. Cuando hablamos de este tipo de apuestas, la incógnita es cuál sería la base de cálculo, no hay manera de establecerla. Se pensaría en aplicar un impuesto selectivo al consumo, como ocurre efectivamente con el tema de los casinos o tragamonedas, pero no hay manera de aplicar un impuesto al valor agregado. Tienen un concepto equivocado”, afirmó.
Agregó que lo más probable es que el apostador busque un camino alternativo para realizar sus operaciones como, por ejemplo, en lugar de pagar con tarjeta de crédito pagar con Paypal o usar criptomonedas con billetera electrónica. “Se podría desaparecer un mecanismo de acceso a un servicio, como sucedió con los cheques luego del impuesto en el primer gobierno de Alan García”, indicó Picón.
Explicó que las apuestas como tal tienen un riesgo y en gran parte de los casos no se recibe un pago, que es lo que gravarían cuando se ponga el IGV. “Cuando una persona apuesta en casino virtuales, muchas veces se acredita una cuenta dentro de una página web y se acumulan las ganancias, depósitos y reinversiones. El día que se redima el dinero, no habría una manera para que se establezca cuanto se apostó y ganó”, advirtió.
Los puntos expuestos
Según expuso el ministro, la propuesta concreta es modificar la Ley del IGV estableciendo un mecanismo de recaudación para la importación de bienes intangibles y servicios prestados a través de internet por sujetos no domiciliados.
Esta se sostiene por los siguientes puntos:
- La economía digital está transformando los modelos de negocio: proveedores y consumidores interactúan en un mercado global sin necesidad de presencia física.
- Los intangibles tecnológicos (basados en información y conocimientos) son el principal elemento en la cadena de valor.
- Aunque el IGV grava todas las operaciones cuyo consumo se verifique en el país, la masificación de la importación de bienes digitales y prestación de servicios a través de Internet dificulta la recaudación y control de estas operaciones.
- Varios países de la región han implementado mecanismos de recaudación para estas actividades: Argentina, Uruguay, Chile, Colombia y México.