El Fondo de Pensiones Global del Estado noruego, considerado el fondo soberano más grande del mundo, reveló que ha perdido 1.3 billones de coronas (113,000 millones de euros) en lo que va de año por la crisis provocada por la pandemia del coronavirus (Covid-19).
El rendimiento de las inversiones del fondo, que coloca los ingresos del gas y del petróleo noruegos en el extranjero, ha caído 16.2% de media, 23% en el caso de la partida en acciones, la más grande del fondo.
La pérdida de valor de las acciones ha provocado que estas representen ahora el 65% de la cartera de inversiones, y no el 70% como es habitual, por lo que el fondo noruego acudirá a los mercados para comprar más.
“Ha habido una caída significativa en los mercados bursátiles las últimas semanas. Son tiempos especiales en la sociedad, en la economía y en los mercados financieros internacionales”, declaró Yngve Slyngstad, director ejecutivo del Norges Bank Investment Management (NBIM), entidad que lo gestiona.
Slyngstad destacó no obstante que esa pérdida está por debajo del beneficio logrado el año pasado, que ascendió a 1.7 billones de coronas noruegas (143,000 millones de euros), después de lograr el segundo mejor rendimiento de sus inversiones en la historia del fondo, creado en 1998.
El valor del fondo era sin embargo a día de ayer de 10.13 billones (unos 860,000 millones de euros), superior al registrado a finales de año, lo que se explica por la fuerte depreciación de la corona noruega en los últimos meses.
“Hay que recordar que trabajamos con un horizonte de 30 años en nuestras inversiones”, dijo Slyngstad, quien será sucedido en el cargo por Nicolai Tangen, quien dirigía hasta ahora el fondo de inversiones AKO Capital.
Slyngstad había anunciado hace meses su salida después de doce años al frente del NBIM.
La crisis del coronavirus y los bajos precios del crudo han golpeado a la economía de Noruega, principal exportador de petróleo y de gas de Europa occidental y que registra índices de paro históricos.
El Gobierno noruego abrió hace unos días la puerta a la posibilidad de retirar más dinero del habitual del fondo, con vistas a las cuentas del 2021, para afrontar las consecuencias de la crisis.
Las reglas de funcionamiento del fondo establecen que el gobierno puede usar como máximo el 3% de su valor en los presupuestos anuales, aunque ese límite se ha sobrepasado en alguna ocasión.