Juan Carlos Mathews, titular del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), indicó hace unos días que el arribo de extranjeros interesados en hacer turismo en el Perú aumentó en el primer semestre del año en comparación al 2022.
“Signos de recuperación del turismo a pesar de los factores adversos. Al cierre del primer semestre del 2023 llegaron del extranjero 1 millón 64 mil 543 turistas, lo que significa 341 mil turistas más que en el mismo período del 2022″, twitteó el ministro. Además, preciso que las nacionalidades más presentes son Chile, Estados Unidos y Ecuador, en ese orden.
Con esos resultados, a pesar de las paralizaciones sufridas por conflictos sociales y anomalías climáticas, el sector turismo estaría recuperándose en su rama que mayores ingresos económicos genera al país: el receptivo. Más allá de Cusco, ¿cuál es el balance de esta mejora en otras regiones de Perú? Gestión conversó con voceros de cámaras de diversas partes del país para saberlo.
LEA TAMBIÉN: Fiestas Patrias: Se espera impacto económico de US$ 178 millones al turismo.
Repunte
Según cifras propias de la Cámara Nacional de Turismo del Perú (Canatur), el flujo de turistas extranjeros en la primera parte del 2023 es superior en 27.2% al primer semestre del año pasado. El inicio del “levante” fue a partir del segundo trimestre del año, después que la convulsión social bajó tras el cambio de mando en el Gobierno.
“Fue a inicios de abril por la campaña relacionada a Semana Santa, primero para turismo interno. A los países próximos, como Chile y Ecuador, les dio bastante confianza. Si entre peruanos promovíamos el turismo, ellos se animaron”, explica Carlos Loayza, gerente general del gremio, a Gestión.
De acuerdo con el representante de Canatur, el desempeño por regiones, a pesar del buen resultado general, es dispar. Los departamentos que mayor cantidad de turistas extranjeros recibieron son Lima (ciudad y provincias); así como Ayacucho, Junín y Pasco, con Pozuzo.
Sin embargo, no se corrió la misma suerte en el norte. “La convulsión social de enero y febrero en Piura fue menor. Sin embargo, tuvo efecto rebote en el turismo extranjero y nacional. En marzo llegó el ciclón Yaku, en abril El Niño costero. En mayo, el dengue. Ha sido un primer semestre muy complicado para el turismo de playa”, señala Javier Bereche, presidente de la Cámara de Comercio de la región a este diario.
En la zona sur, los bloqueos de carreteras del primer trimestre perjudicaron el balance general. Aunque en los últimos meses ha mejorando. “Estuvimos más de 100 días sin actividad económica entre enero y abril. Sin embargo, desde mayo no hay más protestas. Puno está tranquilo hoy, las actividades se desarrollan con normalidad. El turismo se recuperó un 20%”, afirma Francisco Aquise, presidente de la Cámara de Comercio y Producción de Puno (CCPP).
Por su parte, Arequipa no cerró un buen semestre, según detalla Luis Caballero, presidente del Comité Sur de la Asociación Peruana de Finanzas (APEF-Sur).
“Nosotros tenemos dos mediciones: los visitantes al Valle del Colca y el Monasterio de Santa Catalina. A mayo, hubieron 24% y 26% menos visitas en comparación al 2019, prepandemia. También hay un decrecimiento respecto al año pasado”, explica el también past presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Arequipa (CCIA).
LEA TAMBIÉN: Machu Picchu: ¿cuántas entradas se venden a diario para ingresar a la Maravilla del Mundo?
Pronóstico positivo
El Mincetur señaló a inicios de año que la meta para el flujo de turistas extranjeros este 2023 era de 2.5 millones. A inicios de junio, Mathews ajustó la cifra a 2.2 millones por considerar el estimado inicial “demasiado optimista”.
La razón del cambio fue principalmente por el golpe de las protestas registradas en el primer trimestre, que se concentraron sobre todo en el sur, pero afectaron la imagen de todo el país.
“En otros países saben de las revueltas que hubieron en Perú a inicios de año. Cuando se acerca una marcha, se nota inmediatamente en los arribos extranjeros a nuestros hoteles. No puede repetirse en el segundo semestre para llegar a la meta”, dice Bereche, de la cámara piurana, sobre el turismo a las playas del norte.
Desde el que fue el epicentro de dichas manifestaciones, creen que los extranjeros son más tolerantes con la protesta ciudadana que los propios peruanos. “A Puno vienen bastantes europeos. Son más empáticos con la cultura, lo que no tenemos dentro: nos falta identidad cultural. Los que vienen de afuera, sobre todo franceses, comprenden mejor las demandas”, asegura Aquise, de la CCPP.
Ello anima al representante turístico de Puno a creer que la meta planteada por el Mincetur es alcanzable. Desde Canatur comparten el pronóstico, aunque habría que medir el impacto de El Niño global.
“La estacionalidad de visitas se da mucho en función al clima. La ausencia de lluvias puede atraer turistas hacia la selva baja, lo que es Iquitos, y la alta, en Tarapoto, alrededor de septiembre y octubre”, explica Loayza, su gerente general.
Más allá del receptivo, Bereche cree que el sector turismo todavía no levanta a nivel interno. “Está contenido. Aquí hubo mucho temor de viajar por el dengue, que ya pasó. Luego, se devolvieron reservas por el anuncio de la Tercera Toma de Lima. Toca ser responsables y decirle al turista que el circuito de playas en Piura y Tumbes es seguro”, manifiesta el presidente de la cámara piurana.
Licenciado en Periodismo por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Parte del equipo fundador del medio digital Sudaca. Experiencia en cobertura política, social y económica peruana.