Tras la alarma generada por la presencia de una flota pesquera china cerca del país, el Comité para el Manejo Sustentable del Calamar Gigante del Pacífico Sur (Calamasur) ha dado el primer paso para que se prohíba el ingreso de nuevas embarcaciones industriales en las aguas internacionales del Océano Pacífico Sur, con el objetivo de prevenir la pesca ilegal de la pota (calamar gigante), el jurel, la caballa y otros recursos.
El último lunes por la noche, Alfonso Miranda, presidente de Calamasur, sustentó esta propuesta ante la Organización Regional de Ordenamiento Pesquero del Pacifico Sur (OROP-PS o SPRFMO en inglés). De ser aprobada, ninguna nueva embarcación de pesca industrial podrá internarse en la altamar del Océano Pacífico Sur, pero las que ya se encuentran allí podrán continuar con la pesca. En cambio, no se plantean nuevas restricciones para la pesca artesanal.
Sobre las naves industriales que permanezcan en altamar pesarán limitaciones adicionales, como la prohibición de realizar transbordo, pues esta práctica facilitaba la pesca ilegal, indica Miranda.
Otro punto importante es el incremento de la vigilancia en los barcos. Se plantea disponer de un observador por cada barco. El observador es un profesional calificado que la OROP-PS envía en las embarcaciones para el cumplimiento de las normas de pesca en los mares internacionales.
“Cada barco debe tener un observador, como ocurre en otras organizaciones en el mundo, en vista de que hay tanta evidencia de pesca ilegal”, agrega el vocero de Calamasur, un grupo conformado por representantes de la pesca de pota de Chile, Ecuador, México y Perú, cuyo objetivo es lograr la sostenibilidad de este recurso.
La propuesta surge luego de que una flota de más de 300 barcos industriales chinos generó alarma a su paso frente a las costas peruanas, debido a las múltiples denuncias de pesca ilegal que pesan sobre embarcaciones de dicho origen, como lo advirtió el Comité de Pesca y Acuicultura de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI) el 21 de setiembre.
De igual manera, la Embajada de Estados Unidos en Perú tuiteó por aquellos días que la flota china “con historial de cambiar nombres de barcos y desactivar rastreo por GPS está frente al Perú” y recordó que la sobrepesca puede causar enormes daños ecológicos y económicos. “Perú no puede permitirse semejante pérdida”, dijo Miranda a Gestion.pe.
Días antes de ello, esta flota había suscitado una reacción similar durante su recorrido por aguas cercanas a las Islas Galápagos (Ecuador). Ahora viaja en dirección hacia Chile, según lo ha indicado la organización internacional Oceana.
Esta trayectoria corresponde a la denominada “Ruta del Calamar”, que involucra las costas de Ecuador, Perú, Chile y Argentina, sostiene Miranda.
Calamasur sustentó su propuesta ante el Comité Científico de la OROP-PS, que deberá determinar si la aprueba. En el caso de hacerlo, sería elevada a la Comisión de dicho organismo.
Durante la sustentación, estuvieron presentes representantes de la industria de Ecuador, Perú y Chile, que respaldaron la propuesta. En tanto, según Calamasur, la delegación china se opuso mientras permanecía neutral la delegación peruana, conformada por representantes del Ministerio de la Producción.
“El mundo entero ha tomado conciencia del peligro que estos barcos representan para la sostenibilidad de los recursos. Por eso, resulta increíble que el gobierno no haya mostrado su simpatía hacia nuestra propuesta. Los pescadores artesanales y la industria tendremos que trabajar al margen del Gobierno peruano”, manifestó Alfonso Miranda.
La OROP-PS es una organización intergubernamental originada en el 2009 con el fin de promover una adecuada pesca no migratoria y la protección de la biodiversidad en la altamar del Océano Pacífico Sur. Entre sus 15 miembros se encuentran países de Asia, Europa, América y Oceanía, como Perú y China. Las medidas que dispone el organismo deben ser cumplidas de forma obligatoria.