El volumen de envíos de los productos que componen la canasta agroexportadora se vería fuertemente afectado en el 2024 por el impacto de las anomalías climáticas. Los rezagos del ciclón Yaku, el aumento en las temperaturas, el fenómeno de el Niño, ya están afectando la producción de los principales productos de la agroexportación.
Solo por citar un ejemplo, según la Cámara de Comercio de Piura, se estiman caídas de hasta el 90% de la producción de mango en dicha región; así como en la cosecha de palta (-50%), banano (-40%), uva (-30%), arándanos (-30%), entre otros.
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A lo largo del año, este segmento ya registra una desaceleración. Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), en el primer semestre del 2023, las exportaciones agropecuarias no tradicionales solo crecieron 2.7% (en volumen). “Ese sector estaba acostumbrados a tasas de crecimiento de 7% a 8%. Hace cinco años, crecía a dos dígitos. En julio ya se registra una caída del 3%”, recuerda Rafael Zacnich, gerente de estudios económicos de la Sociedad de Comercio Exterior de Perú (ComexPerú).
En este escenario y en un contexto donde el fenómeno de El Niño se extendería hasta el 2024, Pamela Bernabé, economista de Macroconsult, cree que el próximo año habrá una desaceleración. “Para el 2024, nuestro escenario base parte de El Niño de moderado a débil para el cual teníamos un crecimiento de 5%. Pero si es prolongado, con lluvias fuertes y temperaturas altas, podríamos hablar de un 2% o menos en el 2024″,
Los principales productos que lo componen son uvas, paltas, espárragos, cítricos, cacao, arándanos y mangos. El grueso de la producción de estos productos se concentra en las regiones con mayor riesgo de afectación por el FEN.
“Lo cierto es que como se trata de cultivos permanentes, se afecta el ciclo biológico de la planta y genera menos productividad. El exceso de lluvia afecta principalmente al norte, mientras que en el centro y sur se genera sequía. En realidad todos se ven afectados”, señala Gabriel Amaro, director ejecutivo de la Asociación de Gremios Productores Agrarios (AGAP).
Los productos más vulnerables son los arándanos, mangos y uvas, dado que sus picos de producción se dan durante el verano, de diciembre a marzo. En el caso de la palta, su temporada más productiva es entre abril y julio, pero las altas temperaturas harían que maduren más rápido y se altere su ciclo.
En la última publicación del Marco Macroeconómico Multianual (MMM), el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) resalta que “Moody’s Investors Service advirtió que un FEN fuerte podría comprometer la capacidad de pago de préstamos bancarios contraídos por los sectores de agricultura, ganadería, pesca y minería; así como generar presiones adicionales en la parte logística que terminaría en un alza de la inflación en los países de América Latina”.
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Si bien se pueden llevar a cabo acciones para mitigar el efecto de las lluvias e inundaciones, no se puede hacer mucho frente a las altas temperaturas y la proliferación de plagas. Por ejemplo, esto no solo afecta a la agroexportación no tradicional, sino también a la tradicional: estos dos factores han ocasionado una caída de casi 60% en los envíos de café en el primer semestre del año, según INEI.
“Más del 95% el sector agrícola en nuestro país es informal por lo que no contarían con las capacidades técnicas o financieras para adoptar medidas de monitoreo con respecto a la maduración de los cultivos”, añade Zacnich.
“La infraestructura que tiene ahora no ha sido puesta a prueba antes con El Niño fuerte como el que esperamos. Las grandes empresas tendrían la capacidad para poder mitigar, pero las pequeñas quedarían afectadas a largo plazo”, coincide Bernabé.
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Lo cierto es que el impacto final del sector dependerá de la magnitud del FEN. De acuerdo con la Comisión Multisectorial encargada del Estudio Nacional del Fenómeno El Niño (Enfen), las magnitudes más probables de ocurrencia del fenómeno de El Niño (FEN) son moderada (58%) y fuerte (25%).
A manera general, las expectativas también son pesimistas. Juan Carlos Mathews, ministro de Comercio Exterior y Turismo, señaló en una presentación del balance de su sector ante el Congreso de la República, que “estamos en un año complicado y enfrentamos un escenario de desaceleración mundial. Probablemente tengamos, al cierre del año, una caída en materia exportadora de 0.3%”.
Bachiller en Economía y Negocios Internacionales de la Universidad ESAN y especialista en Sostenibilidad por la Pacífico Business School. Fue analista de Sectores y Empresas y del Content Lab de Semana Económica. Actualmente es redactora senior de economía en Gestión.