Poniendo énfasis en el papel que desempeña la compra de bienes y servicios en la gobernanza de la industria minera, SAMMI - Clúster Minero Andino junto a Mining Shared Value, presentaron el documento “Diagnóstico del acceso a información de adquisiciones del sector minero en el sur del Perú”.
Se analizó información pública de cuatro operaciones mineras con base en el Mecanismo de Información para la Adquisición Local en el Sector Minero (LPRM) y recopila percepciones a través de entrevistas focalizadas.
Entre los hallazgos del estudio se encuentran el escaso acceso público a las políticas de proveedores locales de las empresas mineras, y la falta de adaptación de las políticas de debida diligencia y anticorrupción a los territorios.
Resalta también la falta de estandarización respecto al término “local”, lo que dificulta la comparabilidad de las cifras de proveeduría entre empresas.
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Asimismo, se identifica desafíos en los procesos de licitación, como barreras de acceso, falta de claridad en los criterios de evaluación, escasa retroalimentación a los postores no contratados y persistente desconfianza de las empresas mineras en la capacidad de los proveedores locales para cumplir con los altos estándares de la industria.
Por otro lado, se observa que la alta dependencia de los proveedores locales en las empresas mineras es una debilidad para las oportunidades de colaboración.
Daniel Escalante, Gerente de SAMMI Clúster Minero Andino y también autor del estudio, destaca que “los hallazgos revelan que existe una gran carencia en la medición y difusión de información sobre las adquisiciones mineras, tanto desde el Estado como de los privados”. Agrega que “las adquisiciones son el tipo de gasto más importante que realizan las mineras en territorio, por lo que son una oportunidad para impulsar el desarrollo económico local y la gobernanza en torno al sector minero”.
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Brecha de género
Este estudio piloto, promovido por MinSus, también evidencia la brecha de género, que se traduce en una participación de sólo 2 mujeres de un universo de 23 entrevistados (9%). Esta cifra, que se condice con la participación femenina en el sector minero peruano según datos del reporte global Mujeres y la Mina del Futuro, da cuenta de las persistentes barreras sociales, culturales y económicas que limitan su participación efectiva en la industria.
Un dato revelador de este desafío es que, al solicitar a las compañías mineras información sobre proveedores locales para este estudio, el 100% de los contactos proporcionados correspondían a empresarios hombres. Este hallazgo resalta la importancia de profundizar en la comprensión de estas desigualdades y de buscar estrategias para su superación.
En respuesta a estos hallazgos, el estudio propone una serie de recomendaciones dirigidas a gobiernos, empresas mineras, y proveedores locales, con el objetivo de promover la transparencia, mejorar las prácticas de adquisición y fomentar la colaboración entre los actores del sector.
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Al respecto, Evelyn Contreras, Asesora Técnica de MinSus, sostiene que “las recomendaciones se basan en un enfoque multiactor en que los gobiernos jueguen un rol activo en crear un entorno propicio para el desarrollo de proveedores, y las empresas mineras y proveedoras aborden sus oportunidades de mejora”.
Recomendaciones para las empresas mineras
* Establecer una política de adquisiciones locales y comunicarla claramente a todos los departamentos, personal relevante, proveedores y comunidades. Priorizar a los proveedores locales y comunicarlo a través de una política de acceso público es crucial para el desarrollo económico de la región, genera una relación positiva con las comunidades y fomenta el fortalecimiento de la capacidad local.
*Estandarizar la definición de “local” en el Perú permitiría a las empresas mineras comunicar claramente su impacto en diferentes áreas de influencia. Esto podría lograrse mediante una consulta con grupos relevantes, considerando criterios como ubicación geográfica, nivel de participación local y valor retenido en la comunidad.
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*Realizar evaluaciones de proveedores locales para construir una base de datos confiable y compartir información pública para aquellos interesados en formar parte de los proveedores precalificados. Un ejemplo es Agnico Eagle Nunavut, que provee un proceso detallado de precalificación para los proveedores interesados.
*Comunicar de manera accesible y transparente los detalles de los procesos de adquisición para garantizar igualdad de oportunidades. Un ejemplo es la sección de “Suppliers” de Freeport-McMoRan, donde se centraliza la información necesaria para los proveedores locales.
* Mejorar la presentación de informes sobre los procesos de diligencia debida en las cadenas de suministro, incluyendo códigos de conducta para proveedores y expectativas de desempeño. Un ejemplo es New Gold que emplea el Mecanismo de Información para la Adquisición Local en el Sector Minero (LPRM) para fortalecer la licencia social, colaborar con proveedores y aumentar la transparencia en los procesos de adquisición.
*Establecer mecanismos de quejas y procesos de resolución de disputas con la colaboración de empresas mineras y asociaciones, promoviendo la confianza y fortaleciendo las relaciones. El caso de Southern Copper puede servir como modelo para los gremios y asociaciones al actuar como intermediarios entre empresas y proveedores locales, proporcionando una ventanilla única para presentar inquietudes y solicitudes de información.
*Monitorear, medir y compartir de manera publica el impacto de la adquisición local, comunicando el porcentaje de bienes y servicios locales adquiridos y los beneficios económicos y sociales generados. Lundin Gold es un ejemplo en este sentido, pues proporciona datos en sus reportes de sostenibilidad sobre el monto total de compras en diferentes áreas de influencia, lo que les permite mostrar su impacto económico.