El mercado de transporte terrestre sufrió un duro golpe.
El mercado de transporte terrestre sufrió un duro golpe.

Recientemente se tuvieron los fines de semana largo por Semana Santa y por la Cumbre de las Américas, y muchos limeños aprovecharon para realizar viajes a diversas partes del Perú y muchos acudieron, por diversos motivos, a los buses interprovinciales y se encomendaron a la ‘patrona de los transportistas’ por una buena dosis de santa paciencia.

Sin embargo, esa santa paciencia es convocada en muchas de las fechas en las que los buses interprovinciales salen a la cacería de los usuarios desesperados por llegar a sus destinos respectivos.

Omar Narrea, profesor de la Escuela de Gestión Pública de la Universidad del Pacifico, indicó que si un usuario decide viajar al norte del Perú entonces algunas de las empresas de transporte les pedirán abordar en las inmediaciones del Estadio Nacional o en la terminal de Lima Norte.

“Rápidamente se dará cuenta del error de abordar en La Victoria, pues su paciencia tendrá que lidiar con velocidades de 20 kilómetros por hora que harán que llegue en 120 minutos solo a la estación de Lima Norte”, explicó a Gestion.pe.

Manifestó que en cualquier fin de semana largo, la cantidad de buses interprovinciales fácilmente se triplica y ello genera una gran congestión que se agrava por buses gigantes (dos pisos) que innecesariamente tienen que circular por las vías urbanas más importantes de la ciudad.

“Los vecinos de las zonas circundantes a las vías donde pasan buses gigantes de dos pisos ven como el valor de su propiedad baja por la contaminación y ruido de 2,000 mil unidades al día que pasan por sus inmuebles. La furia será la otra huella que deje un fin de semana largo en la ciudad”, mencionó.

Las alternativas de solución

Narrea puntualizó que la idea que podría solucionar este ‘calvario’ podría ser menos difícil de lo que se piensa e inclusive ofrecería grandes beneficios.

“La manera radical prohibiría que buses de dos pisos interprovinciales crucen la ciudad. Un modelo que cree en los incentivos, podría dar ventajas a las empresas que busquen opciones creativas”, dijo.

En ese sentido, precisó que una primera opción se enfrenta a fuertes barreras legales y es que la Ley General de Transporte y Tránsito Terrestre, con la que se incentiva la libre competencia entre los prestadores del servicio de transporte terrestre, permite que cada empresa de transporte tenga su propio terminal.

“Como efecto, áreas urbanas de alta densidad han sido las escogidas por las empresas para establecer pequeños canchones que funcionan como paraderos privados de buses”, anotó.

Además advirtió que los costos de tener más de 300 terminales en la ciudad deben ser evaluados para impulsar una reforma de esta ley que ya no es pertinente para un contexto de mega ciudades como Lima.

Asimismo, refirió que medidas más inteligentes podrían aprovecharse de las buenas experiencias en otros países.

“Municipios europeos permiten que buses de un piso usen como paraderos ciertas calles de áreas urbanas menos densas y con fácil accesibilidad. Además de bajar el volumen de autos, puede ser una oportunidad para que las empresas de transporte interprovincial se trasladen a las salidas de la ciudad para ser más eficientes”, dijo.

Añadió que los modelos de mega terminales también servirían para este fin junto a la extensión de sistemas masivos de transporte (como el metropolitano) para facilitar que el flujo de autos sea reemplazado por servicios públicos más eficientes.

“Ambos modelos no son opuestos y deberán ser considerados por los distintos niveles de autoridad responsables (municipal y central) bajo una mirada amplía de desarrollo urbano ya que las consecuencias las pagan tanto pequeñas tiendas locales o grandes centros comerciales que verán difícil llegar a sus clientes o trabajadores. Rezar no desaparecerá a los buses interprovinciales. El olfato de los alcaldes, autoridades y dueños de empresas de transportes por darse cuenta de que no todo es alegría en feriados puede llevar al milagro que muchos votantes y ciudadanos esperan”, finalizó.