Por primera vez en la historia las universidades peruanas, con la finalidad de prevenir el contagio por coronavirus y según lo dispuesto por el Ministerio de Educación (Minedu), se vieron en la necesidad de dictar un semestre entero de manera no presencial.
“Si la educación a distancia en nuestro país se hubiese fomentado y desarrollado en los últimos años , hoy podríamos contar con mejores plataformas que nos habrían permitido abordar de manera más eficiente esta modalidad”, afirma Edward Roekaert, rector de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC).
"En el fondo, lo que hemos terminado haciendo la gran mayoría de instituciones es una educación remota de emergencia", agrega.
La UPC inició clases el 23 de marzo y la semana pasada concluyó el primer semestre del año académico. Roekaert comenta que durante la última década la universidad se fue apalancado en tecnología, lo que permitió un cambio de cultura que resultó conveniente en la coyuntura de crisis sanitaria.
Así, antes del COVID-19, el 30% de las horas totales de dictado en la universidad contaban con contenidos diseñados para hacerse de manera autónoma y a distancia. “Eso ayudo muchísimo y nos ha permitido no solo comenzar las clases a tiempo, sino también terminarlas a tiempo”, precisa.
Resultados
El rector de la UPC comenta que, a pesar de dificultades, se ha conseguido dictar el 99% de las horas totales de todos los cursos que se ofrecieron en el semestre. Agrega que al final del ciclo se alcanzaron niveles de satisfacción y asistencia por encima del 90%.
La educación a distancia permite ofrecer clases de manera síncrona (en tiempo real) o asíncrona (los estudiantes pueden acceder a los materiales de aprendizaje en cualquier momento). En el caso de la UPC, el 70% de las horas lectivas se realizaron bajo la primera modalidad, es decir, en vivo.
La modalidad remota permitió que algunos alumnos que se quedaron varados en el extranjero, y que aún permanecen fuera del país, hayan podido cursar el semestre. La misma facilidad tuvieron aquellos que se encontraban en otras regiones y la inmovilización social obligatoria no les permitió regresar a Lima.
“También hubo estudiantes con problemas de conectividad y la universidad les prestó 800 equipos, entre tablets y laptops, para que puedan participar en los cursos”, señala Roekaert. Asimismo, comenta que todas las clases fueron grabadas. “Esto fue muy valorado, pues los alumnos podían conectarse para recuperarlas y prepararse para algún examen o trabajo”.
Añade que, a pesar del abrupto cambio hacia la modalidad no presencial, el rendimiento promedio de los alumnos ha sido incluso superior. “Hemos visto una mayor dedicación al estudio”, asevera.
La UPC también ha realizado actividades dirigidas a los docentes, como el reciente lanzamiento del portal del Educador Digital, que proporciona entrenamiento gratuito a todos los profesores del país. “Allí podrán encontrar herramientas para entender cómo se debe diseñar un curso para ser ofrecido a distancia”.
Dificultades y caída de ingresos
A pesar de los esfuerzos, fue inevitable que una importante cantidad de estudiantes de la UPC interrumpieran la continuidad de sus estudios.
"Hubo alumnos que no lograron empezar las clases porque, debido a la crisis, vieron reducidos sus ingresos, perdieron el empleo o sus padres se vieron en la necesidad de cerrar negocios propios", afirma Roekaert.
Durante el semestre que pasó se calcula que la deserción hasta se triplicó y la morosidad en los pagos de pensiones se duplicó. Además, la UPC podría llegar a tener entre 5,000 y 10,000 alumnos menos el próximo semestre, lo que afectará las finanzas de la institución.
Al cierre del 2019, según el estado de resultados de la universidad, se registró un incremento de 7.1% en los ingresos. Consultado sobre el golpe económico previsto para el 2020, el rector de la UPC no descarta una caída de doble dígito en los ingresos, aunque considera que es muy temprano para asegurarlo. “El semestre que viene será el termómetro para medir el impacto real”.
Venta de la UPC
En enero pasado la red educativa Laureate International Universities, a la que pertenece la UPC, anunció que su junta directiva autorizó a la empresa a explorar alternativas estratégicas para cada uno de sus negocios con la finalidad de maximizar el valor para los accionistas.
Como parte de este proceso, Laureate dio a conocer que evaluará todas las opciones potenciales para sus negocios, incluyendo la posible venta de sus operaciones en Perú. Consultado sobre este punto, Roekaert dijo: “Ese proceso se suspendió y hoy no está activo. No tengo más comentarios al respecto”.