La Comisión Europea -brazo ejecutivo de la UE- anunció este martes la apertura de una investigación “en profundidad” de la propuesta de compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft, por los posibles efectos sobre la competencia en el segmento de juegos de video.
En un comunicado, la Comisión apuntó estar “preocupada ya que, al adquirir Activision Blizzard, Microsoft podría cerrar el acceso a las consolas y videojuegos para ordenadores personales” desarrollados por esa firma, como el altamente popular “Call of Duty”.
“A la Comisión le preocupa que la adquisición propuesta puede reducir la competencia en los mercados de distribución de consolas y juegos para ordenadores personales y para sistemas operativos de ordenadores”, señaló el comunicado.
De acuerdo con la Comisión Europea, una investigación preliminar muestra que la transacción “puede reducir significativamente la competencia en los mercados de distribución de videojuegos para consolas y PC, incluidos servicios de suscripción de juegos y/o servicios de transmisión de juegos en la nube”.
El 15 de septiembre, el organismo de control de la competencia del Reino Unido anunció el jueves una investigación sobre la compra del editor de videojuegos estadounidense Activision Blizzard por parte de Microsoft, preocupado por su impacto en el mercado británico.
Este mismo martes, Activision Blizzard reportó una caída en las ventas por cuarto trimestre consecutivo, aunque aseguró que la última edición de “Call of Duty” había quedado récords.
El grupo vio disminuir sus ingresos en el tercer trimestre en un 14%, con importantes caídas en el segmento de juegos de consola y PC.
Microsoft había anunciado en enero su intención adquirir Activision Blizzard, una firma que además de “Call of Duty” desarrolló otros juegos sumamente populares como “World of Warcraft” o “Candy Crush”.
El costo de la operación ascendería a unos US$ 69,000 millones.
Microsoft ya ha anunciado que no pretendía hacer de “Call of Duty” una oferta exclusiva de su propia plataforma de juegos, Xbox.
La adquisición, que se cerraría el año que viene, creará el tercer mayor actor del sector de los videojuegos por ingresos, por detrás de la compañía china Tencent y la japonesa Sony, fabricante de la PlayStation.