Unibanca es una empresa no bancaria especializada en la transferencia electrónica de fondos y de información. También se dedica al procesamiento y administración de redes de cajeros automáticos (ATM), tarjetas de débito, de crédito y prepago, además de la personalización y ensobrado de las mismas, entre otros servicios complementarios.
En la actualidad, Unibanca cuenta con 65 clientes entre los que se encuentran 13 bancos, seis financieras, 10 cajas municipales, 16 cooperativas y nueve fintechs.
Los clientes de Unibanca, explica el gerente de Negocios, Mario Alegre, demandan servicios de procesamiento de tarjetas, monitoreo de transacciones para prevenir fraudes, compensación y liquidación de sus comisiones con las marcas internacionales, personalización y ensobrado de sus tarjetas y, más recientemente, la funcionalidad para tarjetas virtuales.
“En los últimos dos años hemos visto el incremento de la oferta de tarjetas virtuales por parte de las entidades, lo que a su vez ha implicado para Unibanca el desarrollo de nuevas funcionalidades para que estas puedan realizar las mismas transacciones que las tarjetas físicas”, explica Alegre.
Así, las tarjetas virtuales deben permitir la compra a través de una transferencia inmediata P2P en Plin o Yape, las compras con lectura de códigos QR, el retiro sin la necesidad de contar con la tarjeta física en los ATM de la red de Unibanca, entre otras funcionalidad, detalla.
Durante el 2020, la empresa culminó la integración de tres proyectos de tarjetas prepago virtuales.
“Actualmente tenemos contratos firmados con seis fintechs que están en proceso de integración para emitir sus tarjetas prepago virtuales y estamos en conversaciones con 14 más. Todas estas iniciativas varían en cuanto al servicio que buscan ofrecer y el público al que se dirigen, lo que dinamiza y vuelve más interesante la competencia dentro de nuestro mercado local e impulsa a la innovación y creatividad”, agrega.
Tendencia
El inicio de la pandemia, considera Alegre, aceleró la implementación de iniciativas digitales entre los clientes de Unibanca.
“Lo mismo ocurrió con algunas fintech con las que veníamos conversando desde el 2019. para prestarles el servicio de procesamiento de sus tarjetas virtuales. La cuarentena también hizo que muchas de ellas también aceleren sus decisiones respecto de este servicio para darle más potencia a sus modelos de negocio actuales”, indica.
“Es inminente la digitalización de las herramientas financieras, lo que consecuentemente abre las puertas a nuevos modelos de negocio, más económicos para los usuarios y de mayor escala para las entidades financieras, las fintech y los comercios”, puntualiza.
Planes
Fuera del ecosistema fintech, Unibanca continuará con la implementación de los proyectos actuales como es la tarjeta de crédito para las cajas municipales de ahorro y crédito, tarjetas de débito para dos financieras y tres cajas.
“Un eje importante para nosotros es la seguridad de las transacciones, por lo que seguiremos reforzando nuestros servicios de monitoreo de fraudes con el despliegue de nuevas herramientas, así como el desarrollo de nuevos servicios como el de tokenización de tarjetas o generación de códigos dinámicos, ambos dirigidos especialmente al mundo virtual”, añade Alegre.