El mercado de cervecería artesanal sigue sumando jugadores y estos empiezan a instalar sus bares no solo en Lima, sino que se expanden a otras ciudades del país.
“El turismo interno está ayudando al crecimiento de la categoría. En Huaraz, antes estábamos únicamente nosotros y ahora hay hasta seis bares más”, afirma Ted Alexander, fundador y director general de la cervecería Sierra Andina.
Esto es positivo para el negocio porque el público nacional es más fiel que el extranjero, explica. “Si bien vemos más competencia, también hay más conocimiento sobre la cerveza artesanal. Los restaurantes buscan sumar la opción al portafolio y antes no la tenían en cuenta”, comenta.
Además, afirma que el auge de la categoría no solo se da en grandes ciudades. Por ello, Sierra Andina optó por alquilar almacenes en regiones.
Este año añadieron dichos espacios en Arequipa y, recientemente, en Cusco. La decisión de estar presente en esta última es por el creciente turismo en Aguas Calientes. “También hemos sumado vendedores en el interior”, detalla.
Planes y retos
Como la mayoría de sectores, la cervecería artesanal también se enfrenta al alza de costos. “Es un escenario complicado porque pagamos más por combustible, materia prima y además tenemos la volatilidad del tipo de cambio”, sostiene Ted Alexander.
Pese a ello, asegura que no pueden subir sus precios a la misma velocidad que los costos porque se reduciría el consumo de cerveza. “Tenemos que buscar la eficiencia en los procesos”.
Este año Sierra Andina apostó por la apertura de un local en Arequipa, sumando así cinco.
Parte de la estrategia de la empresa es dejar de tercerizar los distribuidores y contar con personal de ventas in house para tener un mejor control de precios, servicio e información de consumo.
Actualmente, el canal moderno representa el 30% de las ventas de Sierra Andina; sin embargo, los envases son costosos y dejan menos margen de ganancia. “Para nosotros lo más importante son los bares propios y el canal horeca”, refiere.