La presión aumenta sobre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para terminar con 100 años de presencia de Chevron Corp. en Venezuela mientras busca ejercer la máxima presión sobre el asediado régimen de Nicolás Maduro.
La eliminación de la exención de sanciones de Chevron, que le permite operar en Venezuela y vence este sábado, dañaría aún más la abatida industria petrolera del país, una fuente clave de ingresos para el gobierno socialista de Maduro. Pero Trump debe sopesar su decisión, ya que abriría la puerta a intereses rusos y chinos que podrían ocupar el lugar de Chevron.
Los funcionarios estadounidenses están dispuestos a acelerar la caída de Maduro y sacar a Chevron es una de sus mejores armas, dijo Fernando Ferreira, un analista de Rapidan Energy Group.
"En este momento, el escenario más probable sería que la administración de Trump dejara que las exenciones expiren con un período de liquidación de 30 a 60 días", dijo Ferreira.
Las empresas conjuntas de Chevron con la estatal Petróleos de Venezuela SA producen alrededor de 200,000 barriles de petróleo al día, y Chevron tiene derecho a aproximadamente 40,000 barriles. La compañía está planteando el caso a la administración de Trump de que, si se deja Venezuela, sus activos podrían ser entregados a otro operador.
Intereses de EE.UU.
Rusia y China han realizado importantes inversiones en la última década en Venezuela, hogar de las reservas petroleras más grandes del mundo.
"Lo que es crítico es que los intereses comerciales de EE.UU. no se transfieran a los rusos ni a los chinos, pero al mismo tiempo que no ayuden a reforzar el régimen", dijo Jason Marczak, director de Atlantic Council, un grupo de expertos con sede en Washington que trabaja con políticos estadounidenses en una transición pacífica en Venezuela.
A principios de esta semana, la Asamblea Nacional de Venezuela, liderada por la oposición, emitió un decreto que garantizaba que los activos de Chevron en el país serían protegidos bajo un nuevo gobierno liderado por Juan Guaidó.
Dicho decreto sirve para “facilitar” a la administración de Trump retirar a Chevron y al mismo tiempo proteger sus activos de entidades rusas o chinas, escribió en una nota Joseph McGonigle, un analista de HedgeEye Risk Management.
Chevron defendió su presencia en el país afectado por la crisis y dijo que tiene "esperanzas" de que se renueve la exención. "Somos una presencia constructiva en el país", dijo la compañía en un correo electrónico. "Nuestro objetivo es mantener la seguridad de las operaciones y apoyar a más de 8,000 personas que trabajan con nosotros y a sus familias".