Que el retail es uno de los sectores que más va a perder en medio de esta coyuntura es innegable. Y es que sin duda muchas marcas locales y extranjeras verán mermadas sus cifras del semestre en general.
Así, en base a data de Inversiones y Asesorías Araval, se puede decir que las tiendas por departamento están viendo en esta coyuntura pérdidas de triple dígito al día.
Actualmente operan en el país cinco marcas: Saga Falabella, Ripley, Paris (Cencosud), de origen extranjero; Oechsle y Estilos, locales; estas empresas podrían estar bordeando pérdidas superiores a los US$ 100 mil al día, dependiendo del tamaño y ubicación del local, estimó la consultora.
“Si vemos una marca grande ubicada en un centro comercial como el Jockey Plaza, que se ubica como el de venta líder, reporta al día ventas por US$ 201 mil, mientras que en Plaza Norte, donde puede ubicarse una tienda más chica, las ventas son de US$ 125 mil al día”, refirió Ernesto Aramburú, director ejecutivo de la consultora
Esto nos da el indicador de que en los primeros 15 días de estado de emergencia, las tiendas de menor tamaño han sufrido pérdidas de venta que alcanzarían hasta US$ 1.5 millón, y las de mayor metraje duplicarían la cifra, anotó.
Según indicó el experto, en el momento que los locales estén abiertos difícilmente se podrá cubrir los costos fijos, de personal y mercadería. “Si consideramos que la afluencia hoy a los centros comerciales es del 30% (solo en locales autorizados por el gobierno), y no sabemos cuánto será mañana, por las restricciones de horarios, de movilidad y de giros abiertos, lo único que se está vendiendo es vía delivery, y el vestuario dejó de ser prioridad al no haber donde lucirlo”, sostuvo.
Otros rubros como electrónica (home office), electrodomésticos (entretenimiento en casa), juegos de niños y alimentos pueden seguir vendiéndose, dijo.
Fast fashion
Y si hablamos de moda, la competencia directa de las tiendas por departamento son las fast fashion. En ese escenario, Aramburú sostiene que estas tiendas se comportan de manera distinta ya que su negocio está basado en bajo stock y mucha rotación por lo que tienen menos presión para vender a menores márgenes y la ventaja de competir con precios bajos y alta moda.
“Las tiendas por departamento tienen otros rubros que no son de temporada como electrodomésticos, electrónica, muebles, decoración, regalos, etc. que no son perecibles y de margen alto”, anotó.
Los proyectos paralizados
Tanto las tiendas por departamento como las fast fashion buscaban expandirse con los nuevos desarrollos de centros comerciales que se venían. En el escenario actual ¿qué se espera?
Para Aramburú, la situación es muy difícil e impredecible aún, pues no se sabe bien cuanto tiempo habrá restricción con la cuarentena y cuanto se va a afectar la disponibilidad para poder consumir o gastar en bienes de consumo.
“Si hablamos de los proyectos como generalidad, las obras que ya están iniciadas continuarán al ritmo que permita la autoridad. Hoy tenemos una paralización de la construcción por 15 días, algo no previsto y que afectará a toda la industria pues hay que seguir pagando remuneraciones”, indicó.
A su vez, esto afectará la caja de muchos desarrolladores y a las constructoras, puesto que la cadena de pagos se va interrumpiendo y no se vislumbra continuidad. “De los centros comerciales anunciados, Mall Plaza Comas y Aventura Mall de Chiclayo seguirán su materialización, aunque ambas están con retraso, lo mismo que Gamarra Moda Plaza”, dijo.
En cuanto al inicio de nuevos proyectos considera que no se va a producir en el primer semestre, pese a que habían varios anunciados que postergaron sus obras y ahora con la cuaresma, a la que se suma la incertidumbre, a que muchos tenants han perdido sus ingresos por cierre de locales y muy poca venta, no estarán dispuestos a iniciar nuevas operaciones hasta no recuperar las ventas anteriores, que aunque no lo consideremos demoraran hasta el cuarto trimestre.