Tesla Inc. está ofreciendo una versión decididamente diferente de los confinamientos relacionados con el coronavirus a los que Elon Musk llamó “fascistas” y demandó hace unas semanas, sugiriendo que podrían reforzar el argumento a favor de prohibir los automóviles con motor de combustión interna.
En su Informe de impacto 2019 publicado el lunes, Tesla señaló mejoras notables en la calidad del aire en los últimos meses vinculadas a restricciones en los negocios y los viajes con el fin de contener la propagación del COVID-19.
La compañía dijo que la caída de la contaminación podría alentar a los gobiernos que ya han estado haciendo planes para finalmente prohibir los vehículos que funcionan con combustibles fósiles.
“No es difícil imaginar que muchas ciudades podrían volverse exclusivamente eléctricas en el futuro cercano, a medida que comienzan a presenciar el impacto de los vehículos de combustión interna en la calidad del aire”, dijo Tesla en el informe.
La optimista perspectiva de Tesla concuerda con las proyecciones de la Agencia de Información de Energía de EE.UU. de abril, según las cuales las emisiones de automóviles, plantas de energía y otras fuentes caerían un sorprendente 7.5% este año a causa de las personas refugiadas en sus hogares.
No obstante, es un giro de 180 grados con respecto a los comentarios de su director ejecutivo mientras debatía con los funcionarios de California sobre la reapertura de la única planta automotriz estadounidense de la compañía.
“Esto es fascista. Esto no es democrático, esto no es libertad”, dijo Elon Musk en la conferencia telefónica sobre ganancias del primer trimestre de Tesla en abril.
En mayo, amenazó con reubicar la sede del fabricante de automóviles y trasladar su fabricación fuera de California, antes de incumplir una orden de salud local y reiniciar la producción. Tesla ha desistido de su demanda contra el condado de Alameda, donde se encuentra su fábrica de automóviles.
Varias ciudades europeas han optado por limitar el uso de vehículos diésel a raíz de revelaciones de que Volkswagen AG manipuló sus motores para ocultar la emisión de contaminantes nocivos.
Ahora es ilegal conducir algunos autos diésel en Madrid, París o Bruselas, mientras que Alemania ha prohibido los autos diésel más antiguos. En el Reino Unido, Bristol impondrá una prohibición completa en el centro de la ciudad a partir del próximo año.
En EE.UU., Seattle planea prohibir las ventas de automóviles de combustión para el 2030. California presentó un proyecto de ley a fines de 2018 para eliminar los vehículos que quemen combustibles fósiles en todo el estado para el 2040. Otros estados tienen planes similares a partir de 2050.