Pactar una cita con el dentista no ha sido del agrado de muchos durante años. El miedo a que el tratamiento cause dolor y el sonido típico de los equipos dentales han hecho que las personas no quieran pisar un consultorio odontológico.
A esos temores, ahora se ha sumado el miedo a contagiarse de COVID-19 durante una cita en el dentista, señala el director médico de clínicas Multident, Jesús Ochoa.
El servicio de odontología está permitido en la Fase 2 de la reactivación económica (junio), sin embargo, el público no ha acudido salvo para emergencias dentales.
A respecto, Ochoa aclara que el contagio en estos espacios es mínimo, pues los dentistas desde antes de esta pandemina ya utilizaban los implementos para protegerse (mascarillas, gorros y guantes), considerando que dentro de las cavidades dentales se encuentran bacterias.
En diálogo con Gestión.pe, Ochoa indica que los dentistas se encuentran preparados desde años atrás, cuando llegó un virus también agresivo al país: el VIH, el virus de la inmunodeficiencia humana.
Precisó que incluso los centros de esterilización tampoco han cambiado, ni los centros de esterilización de las salas quirúrgicas de los hospitales, pues éstas siguen desinfectadas.
Es preciso mencionar que los procesos de desinfección y esterilización del instrumental dental es de suma importancia ante la posibilidad de transmisión de enfermedades infecciosas.
“Todavía hay un temor el miedo a la atención dental, sobre eso, es casi imposible que contraigan el virus en un consultorio dental, porque los dentistas ya hemos estado preparados desde hace 30 años. (…) Los centros de esterilización tienen protocolos de desinfección que los dentistas cumplimos antes del COVID-19, porque trabajamos con virus y con bacterias siempre, porque en la boca hay virus y bacterias de todas las personas”, explicó.
En ese sentido, indicó que con las medidas que ya se adoptaban anteriormente en los centros dentales existe un menor riesgo de contagios de coronavirus, y con el protocolo de bioseguridad para los dentistas, el riesgo se deduce aun más.
“No debe haber miedo. El mensaje permanente es que el público acuda al dentista sin miedo, el miedo se combate con conocimiento”, dijo.
Precios se mantienen
El médico indica entonces, que el temor al contagio de COVID -19 es el principal motivo por el cual el público no acude a los consultorios dentales.
Y es que en un principio se esperaba que el precio de las consultas, que varían entre S/ 50 y S/ 100 en Lima, registre un incremento, lo que haría que el público deje de acudir a estos espacios.
“No creo que los precios de atención tengan que variar. Lo único significativo (respecto a costos) podrían ser los productos de la industria nacional, los EPE (Equipo de Protección Personal), pero esos equipos ya hay locales”, sostuvo.
Según explica, la industria dental del país depende de las importaciones, pues Perú no produce insumos para el sector, a diferencia de Colombia o Argentina, que sí lo hacen.
En Perú -detalla- se producen insumos locales para uso dental como algodón agua oxigenada, gasas, y recientemente las mascarillas por esta coyuntura, sin emnargo, no se llega a los niveles de material es instrumentos dentales. En este último punto, es importante mencionar que en la Fase 2 de la reactivación se permite la fabricación de instrumentos y suministros médicos y odontológicos.
Lo que deberán cumplir
El protocolo de bioseguridad para el cirujano dentista durante y post pandemia COVID- 19, elaborado por el Colegio de Odontólogos del Perú, da a conocer las pautas que se deberán de cumplir en los consultorios clínicos.
De este modo, se establecen indicaciones para el proceso antes y durante de la cita. Según el protocolo, se debe realizar un triaje telefónico previamente a fin de identificar a los pacientes con sospecha de infección por COVID-19, y con ello identificar si se trata de una urgencia y así proceder a programar las citas.
Para que el paciente sea atendido, deberá cumplir lo siguiente: usar de manera obligatorio mascarilla; ser puntual en la cita (para evitar que se aglomeren pacientes en la sala de espera); deberá acudir solo (salvo excepciones específicas: ser menor de edad y no valerse por sí solo) y respetar la distancia social obligatoria (mínimo 2 metros). De igual manera, se precisa que si el paciente acude al centro médico sin previa cita, no será atendido.
Cuando llegue al consultorio, al paciente se le aplicará alcohol en el calzado, se le colocará un protector de calzado, se le aplicará alcohol en las manos, se procederá con el lavado de manos y también se le colocará guantes, todo en ese orden.
Es preciso mencionar, además, que al llegar al consultorio, se aplicará un triaje presencial a través un cuestionario por escrito y deberá ser firmado por el paciente al final del documento. En caso el paciente el paciente marque la opción “sí” en alguna de las preguntas, no se podrá atender y le pedirá paciente que se comunique al 113 o al APP “Perú en tus manos.
Ya en la zona de recepción, el encargado de recibir al paciente y cumplir las siguientes normas: mantener la distancia social obligatoria, que los pacientes no se retiren las mascarillas y que no se llene la sala de espera.
El personal que labora en recepción debe llevar el Equipo de Protección Personal (EPP) de nivel intermedio: mascarilla N95, lentes protectores cerrados o protección facial completa, gorro (que cubra completamente el cabello), mandilón con puño cerrado y guantes.
Sala de espera y consultorio
La sala de espera también tendrá un cambio, y es que ahora se deberá retirar cualquier elemento que pudiera favorecer la contaminación, al ser manipulada por varias personas.
De este modo, se deberá eliminar de la sala de espera revistas, libros, juguetes de niños (mesas y sillas de juego), dispensadores de agua, alimentos, cafeteras, floreros y macetas. De igual manera se debe evitar que el paciente manipule el televisor o control remoto.
En cuanto a ubicación de los muebles, éstos debes estar distribuidos de manera tal que los pacientes puedan estar a 2 metros de distancia. En caso de espacios pequeños, solo deberá haber 1 o 2 personas y los demás, deberán esperar fuera del centro.
“En sala de espera los pacientes deben disminuir al mínimo el uso del celular. Se podría tener folletos con estas indicaciones para cada paciente”, señala el protocolo.
Ya en el consultorio, se recomienda utilizar elementos plásticos para cubrir determinadas superficies (sillón, mueblería, etc.) y protegerlo de salpicaduras. Estas cubiertas deben ser retiradas después de cada atención.
Además, se debe partir con la premisa que todo paciente es un potencial portador del virus, por lo que antes de realizar un tratamiento el paciente se debe enjuagar la boca durante un minuto por peróxido de hidrógeno conocido domo agua oxigenada.
El paciente no debe escupir, se debe utilizar la succión de alta potencia; y en caso el paciente sea sometido a un procedimiento que producirá aerosol, deberá colocarse un Equipo de Protección Personal Intermedio ( EPP): gorro, lentes, botas y mandilón.
El dato
A través de un comunicado, el Colegio de Odontólogos del Perú precisó que si bien las personas naturales que prestan servicio odontológico no están obligadas a registrar su ‘Plan para la vigilancia, previsión y control de COVID-19’, están obligadas a elaborar uno ante futuras fiscalizaciones que puedan realizar las autoridades (Sunafil, Susalud y Municapalidades).