Las empresas Sur Andina, del Grupo Tattersall, e Inveragro han invertido en un sistema de riego por pivotes (equipos propulsados eléctricamente que suministran el agua y los fertilizantes en forma de lluvia a los cultivos) que abarca cerca de 700 hectáreas en la región de Olmos, al norte de Chiclayo. Este proyecto se enfoca en el cultivo de maíz y leguminosas, buscando no solo optimizar recursos hídricos, sino también generar un modelo rentable y sostenible para el sector agroindustrial.
La inversión promedio en la instalación de pivotes oscila entre US$ 3,000 y US$ 3,500 por hectárea, un costo significativamente menor al del riego por goteo, que puede superar los US$ 5,000 por hectárea.
“La tecnología del pivote es ideal para cultivos de gran extensión y alta densidad, como el maíz, ofreciendo retornos rápidos y bajo riesgo”, destacó Yamil Adum, gerente general del Grupo Tattersall en Perú.
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El plan a largo plazo
Con ocho pivotes en operación, cuatro por empresa, el proyecto ya riega 480 hectáreas de maíz y 160 hectáreas de frijol. El maíz, vendido a compañías locales de alimentos para aves y cerdos, ha demostrado ser altamente rentable. “Iniciamos con rendimientos de 8 a 10 toneladas por hectárea y ahora alcanzamos las 14 toneladas. Esto nos permite realizar hasta dos campañas y media al año”, indicó Walter Rojas, gerente general de Inveragro.
Así, Sur Andina planea una reconversión gradual hacia cultivos frutales más rentables en un plazo de seis años. “Comenzaremos con 60 hectáreas de limón Tahití, pero la meta es expandirnos hacia productos como palta o mango, dependiendo de las condiciones de mercado”, explicó Germán Wielandt, gerente general de Agroriego Tattersall Chile.
Mercados en la mira
Los cultivos de frijol Loctao y Castilla, recién incorporados, serán exportados a mercados como Corea y Colombia, diversificando las fuentes de ingresos del proyecto. Esta iniciativa refuerza el potencial de Olmos como un hub agroindustrial, donde las inversiones no solo impactan localmente, sino que también generan oportunidades en el comercio exterior.
La experiencia de Sur Andina e Inveragro en Olmos busca posicionarse como un modelo replicable en otras regiones del país. “El pivote nació para cultivos de gran extensión como soya, trigo o caña de azúcar. En Perú, puede aplicarse ampliamente en zonas áridas y de alta demanda agrícola”, afirmó Soller.
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