La constante alza de la gasolina y el gas licuado de petróleo (GLP) ponen sobre la mesa al gas natural vehicular (GNV) como una alternativa atractiva para los peruanos. Pese a las bondades de su precio (hoy a casi S/5 el equivalente a un galón de gasolina), aún su masificación es un reto.
De acuerdo con Ellioth Tarazona, gerente técnico normativo de la Asociación Automotriz del Perú (AAP), actualmente hay 174 talleres autorizados por el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) para realizar conversiones a GNV, de los cuales 142 se encuentran en Lima.
Los 32 restantes están distribuidos en el Callao (7), Ica (9), Trujillo (4), Huancayo (3), Chiclayo (3), Cusco (2), Chimbote (2) y Piura (2). En este punto reside el problema para su adopción, dio a conocer Tarazona.
¿Y la recarga? En Lima se ubican 289 gasocentros, en Ica hay 18 y en Piura solo cuatro. En tanto, en Chiclayo, Trujillo, Huancayo, Cusco y Chimbote solo hay dos por cada ciudad, mencionó.
“Si el vehículo es a gasolina o incluso a GLP puedes recargarlo en cualquier lado, pero no ocurre lo mismo con el GNV, y muchos usuarios se sienten limitados a circular solo en Lima”, sostiene Ellioth Tarazona.
En ese sentido, señala que el Estado debe implementar programas que impulsen la llegada del GNV a otras ciudades. “Tender tuberías tardará muchos años y tenemos que ver mientras tanto otros mecanismos”, anota.
Por ejemplo, refiere, actualmente el GNV llega a Trujillo en forma de gas natural licuado, se reduce la temperatura y lo colocan en cisternas. Luego vuelven a gasificar el combustible. Lo mismo ocurre para su exportación a México, dice.
Factor precio
A partir del año 2005 se realizan en el país conversiones de vehículos a gas natural (GNV) y, desde sus inicios este combustible mantiene su costo. En tanto, el GLP ha saltado a S/10 y la gasolina ya alcanza los S/29, señala Tarazona.
Es por ello que se han disparado las conversiones a GNV. Hasta el 2021, en promedio, se realizaban 20,000 al año, pero para el cierre del 2022 la cifra podría llegar a quintuplicarse de no bajar el precio de combustibles, según la AAP.
“A mayo de este año ya se han registrado casi 5,000 conversiones a GNV por mes”, indica Tarazona. Si bien la instalación se puede realizar en un vehículo nuevo o usado, ahora muchos más peruanos apuestan por pedir la conversión desde fábrica.
¿En cuánto está valorizada la conversión? Tarazona refiere que oscila entre los S/3,500 y S/4,800 dependiendo del kit de conversión, que podría ser de quinta generación para los vehículos más modernos.
Cifras y datos
- Equivalencia. Un tanque de GNV tiene un peso de 70 kilogramos, lo que cuenta como una persona adicional a bordo.
- Ahorro. Según datos del sector, el GNV representa un ahorro neto de 77% en comparación con la gasolina.
- Potencia. Esta se puede ver disminuida en 10% en un vehículo con un kit de tercera o cuarta generación. Con uno de quinta generación cae 5%.
El dato
FISE. El Estado cuenta con un mecanismo ejecutado por el Minem con recursos del Fondo de Inclusión Social Energético (FISE) que fomenta la masificación del GNV, a través de un financiamiento sin intereses para la conversión.