Cuando la pandemia arrancó, hace poco más de un año y tres meses, muchos negocios, grandes y pequeños, pararon. La reactivación de las actividades se ha dado ya casi en su totalidad, pero algunos sectores aún encuentran limitantes para retornar al ruedo; uno de ellos es el de los food trucks, de los cuales se estima que solo un 20% ha podido reactivarse.
Alejandro Acuña, representante de la Asociación Peruana de Food Trucks, dice que a nivel nacional operan unos 200, de los cuales unos 170 se ubican en Lima. “De ellos, un escaso número ha podido volver a operar porque uno de los negocios principales que teníamos venía de los eventos, pero hasta el momento no se han podido reactivar”, refiere.
Si bien conversaron con Produce para volver a operar, tomando en cuenta que a inicios de año se lanzó el protocolo para eventos con 30% de aforo, algunos propietarios de food trucks vieron opciones de poder participar en eventos que se organizaban para febrero y marzo, pero la segunda ola del covid-19 impactó en los planes, dijo.
A ello se suma el contexto actual, ya que por la incertidumbre política muchas empresas han decidido no destinar presupuesto para eventos. Así, recién el próximo año podría ser un año con mejor perspectiva para estos emprendimientos.
Inversión y ventas
Ante el actual escenario un grupo de emprendedores habría optado por salir del negocio. Cabe precisar que para este emprendimiento la inversión fluctuaba entre US$ 15,000 y US$ 27,000, dependiendo si se trataba de un food truck de segunda o uno que empiece de cero.
“Hoy el negocio es tan complejo que muchos están viendo vender sus food trucks, en algunos casos han tenido que bajarlo a US$ 5,000 o US$ 6,000, y aun así no logran venderlos porque es un negocio que requiere inversión”, explica Acuña quien ha preferido tener sus tres equipos parados.
“Como inversión tenemos que ir con mucho cuidado. Hemos tenido parado los food trucks por buen tiempo y al momento de volver a operar tenemos que destinar presupuesto para sacar la revisión técnica, el SOAT, mantenimiento mecánico y de equipos; hasta que no haya estabilidad no podemos estar seguros de salir”, dijo Acuña.
“Viendo que en estos momentos se requería comida al aire libre también se vio como una opción y poder ofrecerlo así, pero si bien se lo propusimos a ciertas municipalidades no hubo mayor interés”, sostuvo.
EN CORTO
Delivery y espacios exclusivos
Opciones. Algunos food trucks optaron por hacer delivery, pero Alejandro Acuña refiere que es complejo porque el negocio es de “street food” como pollo frito, hamburguesas, o similares, y muchas marcas gastronómicas reconocidas se han ido hacia negocios de pollo a la brasa o hamburguesas y con delivery, haciendo la competencia más fuerte. Otra opción fue abrir espacios exclusivos para food trucks pero se requiere volumen de gente para que sea rentable, dijo.