Los costosos reveses de la exploración en alta mar que han enfrentado grandes petroleras internacionales, como Shell Plc y Exxon Mobil Corp., están echando agua fría a sus planes de convertir Brasil en un centro de ganancias.
En los últimos tres años, Shell ha perforado tres pozos de exploración sin encontrar volúmenes comerciales, dijo Marcelo de Assis, jefe de investigación de exploración y producción para América Latina de la consultora Wood Mackenzie Ltd. Shell y sus socios pagaron poco más de US$ 1,000 millones por los derechos de exploración de los tres bloques. Los tres pozos que Exxon Mobil ha perforado en aguas brasileñas desde fines del 2020 tampoco son comerciales, y su acceso costó US$ 1,600 millones.
Brasil ha vendido más de US$ 10,000 millones en superficie de exploración a Petróleo Brasileiro SA —el explorador más dominante del país— y a las grandes empresas internacionales desde el 2017. Hasta ahora, los perforadores más experimentados del mundo tienen poco que mostrar. El último descubrimiento de petróleo en Brasil fue realizado por Petrobras hace más de una década, y los decepcionantes resultados desde entonces podrían indicar que los mayores yacimientos en la llamada región presalina del país ya han sido encontrados.
“Shell ha tenido una serie de fracasos similares a los de Exxon”, dijo de Assis. “Todos los bloques adquiridos por Shell han sido infructuosos” hasta ahora.
Para Brasil, esto significa que, aunque la producción de petróleo se duplicará esta década a partir de los yacimientos que está desarrollando actualmente, la producción disminuirá en la década del 2030 a menos que se identifiquen nuevos campos para su futura explotación.
TotalEnergies SE está perforando actualmente un pozo de alto perfil en el que la semana pasada informó de la existencia de indicios de petróleo y gas al organismo regulador del sector petrolero de Brasil, conocido como ANP. La industria nacional, que sigue de cerca los programas de exploración, no tiene claro si el descubrimiento es lo suficientemente grande como para justificar su desarrollo. Incluso Petrobras, con sede en Río de Janeiro, ha visto disminuir su tasa de éxito.
Shell no quiso comentar sobre los resultados de sus tres pozos. Exxon dijo que recientemente completó su programa inicial de perforación de exploración y está evaluando los hallazgos y las implicaciones para la actividad futura. TotalEnergies dijo que todavía está perforando en el bloque CM-541 en la cuenca de Campos y que no tiene nada que comunicar por el momento. Petrobras dijo que cree en el potencial del presal y que su plan de negocios prevé más exploraciones en la región.
Una ola de pozos en los últimos años por parte de Petrobras solo ha proporcionado dos prospectos en los que tiene la confianza suficiente para pagar la perforación de seguimiento, y no sabrá si son comercialmente viables hasta fines de este año como mínimo, dijo de Assis. Por ahora, Petrobras está aprovechando de los yacimientos presalinos como Buzios y Mero en la cuenca de Santos, descubiertos hace más de una década.
Los campos que Petrobras ha encontrado desde entonces son más pequeños y siguen siendo relegados al final de su plan de negocios, o bien tienen una alta concentración de dióxido de carbono que requerirá avances tecnológicos para separarlo del petróleo de una manera económicamente viable, dijo André Fagundes, que cubre Brasil para Welligence, una consultora de energía.
“De lo contrario, no vemos ninguna esperanza con estos descubrimientos recientes”, dijo.
A principios de la década del 2010, Petrobras contaba con una tasa de éxito de exploración del 100% y, desde entonces, se ha acercado más a lo que se observa en otras regiones petroleras. A nivel mundial, solo el 24.8% de los pozos de exploración en alta mar tuvieron éxito en el 2020, según la consultora Rystad Energy.
Los observadores del sector se están desanimando ante las perspectivas de nuevos campos en las dos mayores cuencas marinas de Brasil. Los exploradores tienen que concentrarse en áreas más al norte que aún no han generado los tipos de yacimientos que convirtieron al país en el mayor productor y exportador de América Latina este siglo.
“En Santos y Campos, los grandes descubrimientos ya se hicieron”, dijo Adriano Pires, un consultor que estuvo brevemente en la carrera para convertirse en director general de Petrobras hace un mes. “En el Margen Ecuatorial, todavía podríamos tener descubrimientos sorprendentes”.