El mundo puede estar apoyándose demasiado en la electrificación como medio para descarbonizar su combinación de energía, según el jefe de Royal Dutch Shell Plc.
“Mucha gente piensa que, con electricidad verde, todo se puede resolver. No es así”, dijo el director ejecutivo de Shell, Ben van Beurden, en una entrevista con Bloomberg Green.
Si bien la pandemia de coronavirus podría reducir la demanda a largo plazo de combustibles fósiles, quedan desafíos formidables para descarbonizar el sector eléctrico existente y aumentar el acceso a la electricidad para miles de millones de personas que permanecen en la pobreza energética, dijo.
“En este momento, el uso final de la electricidad para la energía es inferior a 20%”, dijo van Beurden. “Triplicar eso en un sistema energético en crecimiento, particularmente en los países en desarrollo, es un desafío increíble que la gente trivializa”.
Incluso si descubrimos de alguna manera cómo abastecer dos tercios de la demanda energética mundial con electricidad limpia, eso no reducirá todas las emisiones, dijo.
“Todavía queda un 30% a 40% restante que no puede ser electrificado, porque tecnológicamente no es viable o posible”.
Expansión energética
Shell planea invertir en el segmento de energía “fuertemente” durante la próxima década, dijo van Beurden. La compañía planea invertir un promedio de US$ 2,000 millones a US$ 3,000 millones cada año en nuevas energías a partir del 2021. El año pasado, la importante compañía angloholandesa compró la desarrolladora francesa de energía eólica marina Eolfi SA como parte de su expansión hacia la energía renovable.
Sin embargo, perdió contra la japonesa Mitsubishi Corp. y Chubu Electric Power Co., que superaron su oferta para comprar la empresa holandesa Eneco. Mientras algunos cuestionaron si Shell estaba dispuesta a pagar por su expansión en energías renovables, la compañía dijo que el resultado demostró que es un inversor disciplinado y no comprometería sus objetivos a largo plazo.
Van Beurden tardará años en construir un negocio de energía rentable, debido a que los retornos están bajo presión mientras se construye la infraestructura. El director ejecutivo espera obtener ganancias del sector “al final de la década, cuando esperamos tener un negocio maduro”.
Van Beurden reiteró la ambición de la compañía de construir un negocio de servicios ecológicos que genere retornos anuales de 8% a 12% Aún así, reconoció que la cartera de electricidad de Shell aún está en pañales y que pasará algún tiempo antes de que fluyan las ganancias.
“Hay mucha inversión en marcha, costos de desarrollo, etc.”, dijo van Beurden. “Pasará algún tiempo antes de que esto llegue a un equilibrio”.