Los laboratorios francés Sanofi y británico GSK prometieron suministrar al gobierno británico 60 millones de dosis de su futura vacuna contra el COVID-19, en un contexto de competición planetaria para hacerse con estas preciadas dosis.
Este acuerdo está suscrito “bajo reserva de la firma de un acuerdo definitivo”, precisan Sanofi y GSK en un comunicado.
Los dos grupos aseguran que su vacuna podría estar autorizada en el primer semestre del 2021, y agregan que “hay conversaciones activas en curso con Francia e Italia y otros gobiernos para garantizar el acceso mundial” a su producto.
“No hay ninguna garantía” de hallar un día una vacuna contra el nuevo coronavirus, destaca no obstante el ministro británico de Empresas Alok Sharma, citado en este mismo comunicado.
“Pese a ello, es importante que obtengamos acceso a un amplio abanico de candidatos a prometedoras vacunas”, agrega.
Para Reino Unido se trata del cuarto acuerdo de este tipo, tras los suscritos con AstraZeneca, Valneva y BioNTech/Pfizer. El país se ha garantizado así unos 250 millones de dosis.
Para Kate Bingham, presidenta del grupo de trabajo sobre vacunas del gobierno británico, igualmente citada en el comunicado, “esta diversidad es importante porque no sabemos aún cuál de ellos podría eventualmente generar una respuesta segura y protectora”.
Sin embargo, Bingham acota que “quizá no obtengamos jamás una vacuna, y si la hallamos debemos estar preparados a que no sea una vacuna que impida infectarse con el virus sino más bien una vacuna que reduzca los síntomas” de la enfermedad.
Sanofi y GSK prevén “iniciar un estudio de fase 1/2 en setiembre, seguido de un estudio de fase 3 antes de fines del 2020” para su candidata a vacuna.