La agencia de calificación crediticia internacional, Moody’s, mantuvo la calificación de la constructora peruana Cosapi en A- con perspectiva negativa, en la evaluación que realiza a la primera emisión del primer programa de bonos corporativos de la compañía.
Moody’s explicó que la decisión se sustenta en el importante posicionamiento de la Cosapi en el sector de ingeniería y construcción en Perú, con un expertise de más de 60 años. Adicionalmente, se considera la reserva que registra para la ejecución de nuevos proyectos (US$983.7 millones al corte evaluado), lo cual le permitiría seguir generando ingresos en los siguientes ejercicios.
“Resulta relevante la diversificación que ostenta por la línea de negocio en ingeniería y construcción, así como la generación de ingresos provenientes tanto de los negocios inmobiliarios como de servicios mineros; en cuanto a esta última resalta que los ingresos de esta línea de negocio no presentaron contracción al cierre de 2020″, precisó la calificadora.
Perspectiva negativa
Sin embargo, la clasificación se encuentra limitada y conlleva a que la perspectiva sea negativa, por la alta concentración de reserva financiera de la Cosapi en el proyecto Línea 2 del Metro de Lima, que concentra el 56.81% de las reserva sque incluye la porción correspondiente a infraestructura, servicios y la porción de la concesión. Este proyecto que ha presentado retrasos respecto de los plazos originalmente estimados y que ha sido sujeto de arbitrajes con el Estado peruano.
“De materializarse mayores demoras o posibles contingencias en su ejecución, se podría tener un impacto negativo relevante en los niveles de generación y rentabilidad de la Compañía, lo cual, dependiendo de su magnitud, podría comprometer a su vez los niveles de solvencia”, sostuvo Moody’s.
A ello se suma que durante la evaluación, se tuvo conocimiento de una sanción de aproximadamente S/163.3 millones impuesta en primera instancia por la Comisión de Defensa de Libre Competencia de Indecopi (Resolución N° 080-2021/CLC-INDECOPI) por la comisión de prácticas colusorias horizontales entre los años 2002 y 2016. En este sentido, la situación financiera de la Cosapi podría verse comprometida de materializarse un evento económicamente adverso derivado de lo anterior.
Asimismo, se considera la concentración de clientes en el negocio de minería a cargo de la subsidiaria Cosapi Minería S.A.C. La clasificación, también pondera que la firma registró en el 2019 una provisión de reparación civil en beneficio del Estado Peruano de S/58.2 millones.
Adicionalmente, se consideró que la Compañía sigue un proceso especial de colaboración eficaz, el mismo que está pendiente de obtener la condición de definitivo, lo que se hará una vez sea homologado por el Poder Judicial.
“No menos importante, el análisis recoge el riesgo de una potencial materialización de algún evento reputacional, de renovación de contratos, nuevas adjudicaciones, y/o eventuales efectos extraordinarios por los proyectos actuales en curso”, puntualizó Moody’s.