La empresa peruana Proquinsa, especializada en la elaboración de productos químicos como silicatos de sodio, potasio y bicarbonato de sodio, busca ingresar a nuevos mercados internacionales este 2024. La compañía, que inició actividades hace 64 años, tiene operaciones comerciales en más de cinco países en América Latina.
A la fecha, las exportaciones representan el 5% del total de su facturación y la consigna es aumentar esta proporción en los próximos años, especialmente, con la creciente demanda de Ecuador (sector acuícola), en donde sus productos son utilizados para la crianza de langostinos. Otros de sus destinos son Bolivia, Chile, Uruguay y Honduras.
Juan Carlos Zevallos, gerente comercial de la compañía, señaló que sus operaciones se destacan por la explotación de sus propias canteras de minerales (en la sierra central), base de la producción de silicatos y metasilicatos. “Fuimos los primeros que comenzamos a fabricar (estos productos)”, comentó al boletín Perú Exporta.
La compañía atiende a más de 100 clientes a nivel nacional e internacional con sus cuatro líneas de negocios: acuicultura, agricultura, comercialización y productos químicos.
LEA TAMBIÉN: Mercantil se apoya en minería y alista centro de innovación y desarrollo
Aumento de capacidad y nueva línea de productos
Recientemente, Proquinsa modernizó su planta de producción, ubicada en San Juan de Lurigancho (Lima). En concreto, realizó inversiones en la automatización de procesos con tecnología de procedencia asiática, con el ebjetivo de asegurar una mayor eficiencia y calidad en su producción, que ahora bordea las 4,000 toneladas mensuales.
Proquinsa incluye en su portafolio el bicarbonato de sodio de grado alimenticio, destinado a diversas industrias, y está introduciendo una nueva línea al mercado minorista en diferentes presentaciones, debido a sus numerosas aplicaciones domésticas.
En la actualidad, la empresa brinda soluciones en los sectores agrícola, con el silicato de potasio utilizado como bioestimulante; y acuícola, con metasilicatos de sodio. Además, mantiene su tradicional presencia en los mercados de detergentes, cerámica, soldadura y minería.