Popster, empresa que vende canchitas de distintos sabores se vio obligada a cerrar su stand en MegaPlaza por la pandemia, por lo que optó por implementar una dark kitchen en Surco en mayo.
En junio, empezaron con el e-commerce en su web y a repartir por delivery, logrando en los siguientes meses triplicar las ventas que hacía en el centro comercial.
Al tener buena acogida, en julio empezaron a desarrollar nuevos sabores, entre dulces y salados. Asimismo, el ticket promedio también subió y está en S/ 53, debido a que las personas piden más variedad de sabores.
“En el centro comercial no nos iba mal, pero lo que más se vendía era la presentación más pequeña, y el sabor más vendido era la cancha original. Sin embargo, nosotros buscábamos vender el concepto de la innovación de sabores”, explicó Fernando Cavero, uno de los tres socios de Popster.
Al pasar al delivery, el consumo cambió de manera notable. Ahora el original es el menos vendido y los clientes están abiertos a nuevos sabores.
El sabor líder en ventas es cheddar, seguido por el cookies & cream, y tercero el caramel, indicó Cavero, quien se encarga de experimentar con los sabores ya que “la cancha es un lienzo en blanco”.
Finalmente, con el e-commerce sienten que se dirigen a un mercado que valora su propuesta. Así, vinieron más sabores como chocomaní, BBQ, picante, pizza, grageas, chocomenta y milkshake de fresa.
Cuando decidieron repartir lo hicieron por sus propios medios, habilitando un red de motociclistas que hacen el delivery por una tarifa flat de S/ 8. Actualmente, con el canal de e-commerce llegan a 22 distritos.
En las próximas dos semanas van a salir con Rappi, con lo que se modificará su producción ya que atenderán los pedidos en el mismo día que se hacen. Cabe indicar que sus productos se cocinan el mismo día en que se reparten.
Ventas corporativas
Otra de las innovaciones son las ventas corporativas, es decir cuando las empresas compran 40, 50 o 60 bolsas de Popster y contratan el reparto a sus empleados, con cotizaciones hechas a su medida. También trabajan con empresas de catering para las que arman boxes.
En el paso de la tienda al delivery también tuvieron que cambiar su empaque a uno laminado con poliéster y ziplock. El producto sale sellado al calor desde el dark kitchen. “Y viene con una bolsa adicional para que se le pueda echar todo el alcohol que uno quiera”, refirió.
Para Cavero el producto es innovador, pero no quieren quedarse en innovación de sabores, sino que la gente sienta que están en constante cambio y que siempre tienen algo nuevo. “Cuando iniciamos el proyecto, decidimos que teníamos que desarrollar una marca que tuviera magia, con una propuesta de valor sólida”, indicó.
De hecho, el nombre, logo e identidad corporativa fueron creadas en una agencia de branding. Y uno de los lemas de la empresa es que buscan ‘hacer de algo ordinario algo extraordinario’, lo que también es parte de la mística de la empresa.
“De aquí a cinco años queremos ser una cadena de tiendas. Que la gente por el olor sepa que hay un Popster”, sostuvo. Otro de los planes es desarrollar un empaque para retail, como supermercados y minimarkets. Asimismo, están convencidos que el producto puede trascender fronteras a través de franquicias.