BlaBlaCar, que nació en Francia en el 2006, comenzó su aventura internacional en el 2010 en España, donde ya acumula cinco millones de usuarios y que sigue siendo un mercado importante para la empresa. (Foto: Reuters)
BlaBlaCar, que nació en Francia en el 2006, comenzó su aventura internacional en el 2010 en España, donde ya acumula cinco millones de usuarios y que sigue siendo un mercado importante para la empresa. (Foto: Reuters)

La plataforma de auto compartido cosecha una experiencia “fantástica” en Brasil y México y no esconde su interés por expandirse a otros países de en el futuro, como asegura a EFE su cofundador y consejero delegado, Nicolas Brusson.

“Hay mercados muy interesantes que podríamos abrir, como Argentina, Chile o Colombia”, señala Brusson en una entrevista con EFE en el marco del congreso tecnológico Web Summit, en Lisboa, en la que recuerda que su actividad en México y Brasil está creciendo a doble dígito.

La compañía todavía no tiene monetizada su plataforma en esos dos países -no cobra ninguna tasa por los viajes, como sí ocurre en muchos de sus mercados europeos-, y espera poder avanzar en ese modelo de negocio en un plazo de uno o dos años. Después, será el momento de plantear la expansión a otros países latinoamericanos.

“También fuera de Latinoamérica, por ejemplo en África. Si tenemos en cuenta lo que el auto compartido podría aportar a países donde el transporte no es tan eficiente, podría ser gigantesco”, avanza Brusson.

BlaBlaCar, que nació en Francia en el 2006, comenzó su aventura internacional en el 2010 en España, donde ya acumula cinco millones de usuarios y que sigue siendo un mercado importante para la empresa.

Pero también “atípico”, señala Brusson, ya que por ahora se ha quedado fuera de una de las últimas apuestas de la compañía: ser una plataforma multimodal que no ofrezca sólo vehículos compartidos.

Ahora, gran parte de los 80 millones de usuarios de BlaBlaCar, cuando acceden a la plataforma, tienen dos opciones a la hora de planificar su viaje: en auto compartido o en autobús.

El año pasado adquirieron la compañía francesa OuiBus, que este verano ya empezó a operar bajo la marca BlaBlaBus, y recientemente compraron Busfor, un agregador que incluye el 70% de la oferta de autobús de Rusia y Ucrania, que ahora aparecerá disponible para sus usuarios en la plataforma francesa.

“Tal vez un día también integremos trenes en la plataforma. Nuestra ambición es combinar todo eso. No es sólo gente que busca coche o autobús o tren. Puede que haya personas que busquen hacer una parte de su viaje en tren y otra en coche compartido. Y haces posible una conexión que era imposible antes”, explica el consejero delegado.

En el caso de España, no han podido lanzar BlaBlaBus porque el mercado de viajes interurbanos en este medio de transporte no está liberalizado, por lo que la plataforma sólo ofrece la opción del coche compartido.

Otro de los hitos en innovación de los últimos años fue el lanzamiento de BlaBlaLines, un servicio para compartir coche en los viajes diarios de casa al trabajo que por ahora sólo está implantado en Francia.

“Para nosotros es el santo grial del auto compartido: lograr convencer a una gran parte de nuestros miembros de que compartan su coche no sólo en viajes de fin de semana o vacaciones, que es lo más habitual en BlaBlaCar, sino todos los días cuando van al trabajo”, asegura Brusson.

Este servicio, en el que esperan alcanzar un millón de usuarios a finales de año o en enero, busca solucionar “uno de los mayores problemas de movilidad de la actualidad”: el tráfico de un montón de coches con asientos vacíos conduciendo todos los días, que generan “enormes emisiones de CO2, una pérdida de dinero y de tiempo”.

La motivación medioambiental es cada vez más una de las principales razones por las que los conductores eligen BlaBlaCar, con el que se evitaron 1.6 millones de toneladas de CO2 el año pasado, según un estudio independiente encargado por la compañía.

Y con el esperado crecimiento de la movilidad sostenible en los próximos años, Brusson está seguro de que habrá cada vez más incentivos para el vehículo compartido, también por parte de los Gobiernos.

“El auto compartido es la única forma de hacer que el transporte en coche sea viable. Habrá muchas innovaciones en el sector, crecerá el coche eléctrico. Pero a menos que fomentes el uso compartido del coche no vas a conseguir solucionar problemas como el del tráfico”, concluye.