(Foto: Difusión)
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La petrolera ya recuperó más de 6,000 millones de reales (unos US$ 1,224 millones) del total de recursos que fueron desviados por las corruptelas ocurridas durante más de una década al interior de la mayor empresa de , informó la compañía.

El monto de los recursos recuperados fue actualizado por la estatal tras recibir, este viernes del Grupo Technip, 271.1 millones de reales (unos US$ 55.3 millones), que se suman a otros 578.3 millones de reales (US$ 118 millones), que ya fueron entregados por el grupo.

Las empresas Technip Brasil y Flexibras, ambas del Grupo Technip, investigadas por corrupción, llegaron a un acuerdo con la Justicia para aceptar su responsabilidad e indemnizar a Petrobras por los desvíos.

En julio del 2019, la estatal petrolera recibió la primera cuota de este mismo convenio, (313 millones de reales, unos US$ 63.8 millones) y en junio del año pasado la segunda (265.1 millones de reales, unos US$ 54 millones)

De acuerdo con Petrobras, solo en el 2021 fueron recuperados más de 1,000 millones de reales (US$ 204 millones) que habían sido desviados mediante contratos fraudulentos.

“Esos resarcimientos se producen por la condición de Petrobras como víctima de los crímenes investigados por la Lava Jato. La compañía seguirá adoptando las medidas necesarias para garantizar la adecuada recuperación de las pérdidas que le fueron causadas”, señaló la empresa en un comunicado.

Como mayor interesada en el esclarecimiento de los delitos y la recuperación de los desviados, Petrobras actúa como coautora de la Fiscalía en 21 procesos por irregularidades administrativas aún en marcha, y como asistente de la acusación en 79 procesos penales por actos ilícitos investigados por la Lava Jato.

La Policía Federal de Brasil calcula que el total de lo que fue desviado por la corrupción de una de las mayores empresas de América Latina durante los casi diez años de operación de la red criminal que la asaltó asciende a cerca de 42,000 millones de reales (unos US$ 8,571 millones, al cambio actual).

Según la investigación iniciada hace más de siete años y que destapó el mayor escándalo de corrupción en la historia de Brasil, un cartel integrado por importantes constructoras se repartió ilegalmente los contratos de la estatal durante más de una década.

Los contratistas se adjudicaban las licitaciones mediante el pago de millonarios sobornos distribuidos entre altos funcionarios de la estatal y políticos, de casi todos los partidos, que amparaban las corruptelas.

La investigación contra estos desvíos ya ha mandado a la cárcel a los ejecutivos de varias de las mayores constructoras brasileñas, a numerosos exdirigentes de la estatal y a destacados políticos que presuntamente se beneficiaban de las corruptelas, entre los cuales el expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.