En el mundo, Southland Ice Company, con sede en Dallas, Texas, fue la primera tienda por conveniencia en abrir, en 1927. Años más tarde, esta firma cambió de nombre al de 7-Eleven, que actualmente opera en Estados Unidos, Europa y diversos países.
Y en el Perú, Luis Kiser, presidente de Front Consulting y ex presidente de la Cámara Peruana de Franquicias, recordó que dicho formato tuvo sus inicios en la década de 1990, dentro de las estaciones de servicios (grifos).
“Formaban parte de estos negocios, por lo cual su expansión independiente fue imposible. En aquella época, los clientes objetivo eran los conductores que se detenían en las estaciones para llenar de combustible sus autos”, sostuvo.
Sin embargo, la nueva era de consumo y la tendencia del shopper a la comodidad cambió el panorama de las tiendas de conveniencia en años recientes. Así, en el 2015, el grupo Lindley abrió su primera tienda Tambo e inició la expansión del formato en Perú, donde ahora también compite la mexicana Oxxo.
Modelo de negocio
Respecto al modelo de negocio, Luis Kiser señaló que las tiendas de conveniencia son formatos de venta de productos intermedios a precios accesibles, con una buena y rápida experiencia de compra, abiertos más de 18 horas al día.
“Lo que el nuevo consumidor quiere es rapidez y accesibilidad. Esto significa que los consumidores demandan un servicio cada vez más acelerado y que también requieren productos que sean fáciles de conseguir”, expresó.
Refirió que las categorías de productos que más compradores atraen son gaseosas (30%), galletas (25%), agua de mesa (20%), cerveza (20%), entre otros. Las categorías de limpieza no atraen tantos consumidores a este tipo de formato.
Proyección
En plena fase de expansión en América Latina, las tiendas de conveniencia aceleran el paso también en el Perú, desafiando a las tradicionales bodegas y supermercados. Y en el 2019, ese mercado crecerá en alrededor de 10%, estimó Kiser.
Tras anotar que las tiendas de conveniencia ya representan el 20% del sector retail, proyectó que en el 2022 alcanzarán una facturación conjunta de S/ 700 millones.
“Pese a la actual situación política y económica, ese negocio mantiene un crecimiento estable”, sostuvo.
Y si bien precisó que el avance será menor a los registrados entre el 2017 y 2018 (crecimiento fue de hasta 20%) debido a la falta de ubicaciones estratégicas y el descenso del consumo, también anotó que existe un nicho importante para una mayor expansión del formato a provincias como Arequipa, Cusco, Trujillo, Huancayo.
“Lo que estas marcas podrían crear es un modelo de franquicia asociativa para desarrollarse de manera más rápida en el interior, sería muy interesante: buscar emprendedores con un adecuado perfil y que deseen autogenerarse empleo”, dijo.