Las herramientas tecnológicas hicieron posible que la educación no pare en tiempos de pandemia. Pero las nuevas formas de aprender y enseñar trajeron consigo algunas preocupaciones. Por ejemplo, que incrementen las malas prácticas en el uso de la información.
“Cuando inició la crisis sanitaria se triplicó el número de envíos de trabajos para que pasen por el software detector de similitudes”, asegura Catalina Londoño, gerente de Servicios Profesionales de Turnitin.
Actualmente la cifra ya se encuentra más estable. “En un día alto podemos recibir un millón de documentos a nivel mundial”, refiere.
Desde hace cinco años el uso de softwares como Turnitin incrementó. “Perú y Colombia son los países de la región que acogen más este tipo de herramientas”, sostiene Londoño.
Le siguen Brasil, Ecuador y México.
La especialista comenta que la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (SUNEDU) es un constante promotor de la integridad de la información y derechos de autor. “Perú es nuestro cliente desde hace muchos años”, recalca.
Retos
En Perú, los softwares como Turnitin tienen como principal limitación la conectividad. Otro factor son los mitos que se construyen alrededor de los detectores de similitudes.
“La idea no es castigar al alumno, sino identificar a tiempo una mala práctica”, refiere Londoño.
En ese sentido, la compañía trabaja en brindar información a las instituciones sobre su naturaleza.
Por otro lado, y como parte de su estrategia, la empresa de Edtech viene desarrollando nuevas técnicas para identificar malas prácticas.
“Muchos realizan autoplagio, esa es una de las principales razones por las que se retira un artículo de una revista científica”, declara la especialista.
Explica que algunos autores reciclan información pasada y la colocan como si fuese reciente.
Otros aspectos que se identificaron recientemente es que se intenta engañar al software con caracteres de otro idioma o les ponen color blanco a las letras.
A ello se suma que en los últimos años aparecieron empresas que se dedican a la venta de trabajos. “En Turnitin desarrollamos una tecnología que permite detectar la autoría a través de patrones”, refiere.
Los datos
Clientes. A pesar de que el grueso de usuarios son instituciones, Turnitin también trabaja con gobiernos.
Experiencia. El software es utilizado por el 80% de las mejores instituciones educativas del mundo. Por ejemplo, la Universidad de Harvard.
En Perú. Algunos de sus clientes son la Universidad Mayor de San Marcos, la Pontificia Universidad Católica del Perú, la Universidad de Lima, la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas, entre otras.