Nvidia Corp. se prepara silenciosamente para renunciar a su compra de Arm Ltd. a SoftBank Group Corp. después de poco o ningún progreso para obtener la aprobación del acuerdo de chips de US$40,000 millones, según personas familiarizadas con el asunto.
Nvidia les ha dicho a los socios que no prevé que se concluya la transacción, según una persona que pidió no ser identificada. Mientras tanto, SoftBank intensifica los preparativos para una oferta pública inicial de Arm como alternativa a la adquisición de Nvidia, dijo otra persona.
La compra —que se convertiría en el mayor negocio de semiconductores de la historia cuando se anunció en septiembre de 2020— ha provocado una fuerte reacción de los reguladores y la industria de chips, incluidos los propios clientes de Arm. La Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos presentó una demanda para detener la transacción en diciembre, argumentando que Nvidia se volvería demasiado poderosa si ganaba control sobre los diseños de chips de Arm.
La adquisición también enfrenta resistencia en China, donde las autoridades se inclinan por bloquear la adquisición si obtiene aprobaciones en otros lugares, según una persona. Pero no esperan que llegue tan lejos.
Tanto el liderazgo de Nvidia como el de Arm todavía defienden su argumento ante los reguladores, según las personas, y no se han tomado decisiones finales. A pesar de todo, las empresas han mantenido públicamente su compromiso de compra.
“Aún mantenemos la perspectiva detallada en nuestros últimos comunicados regulatorios y es que esta transacción brinda una oportunidad para Arm e impulsa la competencia y la innovación”, dijo Bob Sherbin, portavoz de Nvidia.
“Tenemos la esperanza de que se apruebe la transacción”, dijo un portavoz de SoftBank en un comunicado enviado por correo electrónico.
Jensen Huang, director ejecutivo de Nvidia, ya lidera la empresa estadounidense más valiosa en la industria de los semiconductores, con una capitalización de mercado de más de medio billón de dólares.
Pero será una lucha cuesta arriba. Qualcomm Inc. abandonó su adquisición de NXP Semiconductors NV por US$44,000 millones en 2018 después de casi dos años de trabas regulatorias.
La venta de Arm está bajo un intenso escrutinio porque sus diseños de chips se utilizan en todo, desde teléfonos hasta automóviles y equipos de fábrica, lo que hace que la neutralidad sea la base de su modelo comercial. Las empresas tecnológicas más grandes del mundo confían en la tecnología de Arm y temen perder el acceso libre con Nvidia.
Gigantes tecnológicos se opusieron a la adquisición. Un grupo que incluye a Qualcomm, Microsoft Corp., Intel Corp. y Amazon.com Inc. proporcionó a reguladores de todo el mundo lo que según ellos es suficiente munición para matar la adquisición, según personas familiarizadas con el proceso. Además de necesitar la aprobación en EE.UU. y China, la compra de Arm requiere la aprobación de la Unión Europea y el Reino Unido, los cuales están estudiando el acuerdo de cerca.
La desgastante experiencia ha creado divisiones dentro de Nvidia. Algunas personas en la empresa están resignadas a la derrota en la adquisición, pero otros piensan que la gerencia podría aprovechar el juicio de la Comisión Federal de Comercio para demostrar los méritos de la transacción.
Sin embargo, al final, Nvidia probablemente estará bien sin Arm, dijo Stacy Rasgon, analista de Sanford C. Bernstein.
Dentro de SoftBank, hay facciones que quieren dejar que el proceso se desarrolle, especialmente porque un alza en el precio de las acciones de Nvidia ha hecho que la transacción sea más valiosa. Incluso después de una caída reciente, las acciones de Nvidia se han casi duplicado desde que se anunció la intención de compra de Arm. Eso ha agregado decenas de miles de millones de dólares al precio inicial de US$40.000 millones.
Otros en SoftBank preferirían realizar una OPI para Arm antes, mientras que la industria de los chips todavía se considera atractiva para los inversionistas. Las preocupaciones sobre una desaceleración ya están creciendo.
El acuerdo inicial entre Nvidia y SoftBank vence el 13 de septiembre, dos años después de su firma, pero podría renovarse si se llega a un acuerdo. Nvidia dijo desde el principio que cerrar la transacción tomaría “aproximadamente 18 meses”. Ese cronograma sugeriría que se completaría alrededor de marzo de este año, algo que ya no es probable.
La demanda de la Comisión Federal de Comercio por sí sola podría tomar meses. Y la Comisión Europea y el organismo de control antimonopolio del Reino Unido tendrán que opinar.
SoftBank y Arm tienen derecho a quedarse con US$2,000 millones que Nvidia pagó al momento de la firma, incluida una comisión por cancelación de la operación de US$1,250 millones, independientemente de que el acuerdo se lleve a cabo o no.