La aerolínea había presentado a mediados de noviembre su primera solicitud ante un tribunal irlandés después de la negativa del Gobierno noruego a darle apoyo económico adicional para afrontar las pérdidas provocadas por la pandemia de coronavirus.
La aerolínea había presentado a mediados de noviembre su primera solicitud ante un tribunal irlandés después de la negativa del Gobierno noruego a darle apoyo económico adicional para afrontar las pérdidas provocadas por la pandemia de coronavirus.

La aerolínea de bajo coste Norwegian consiguió el apoyo de sus accionistas en una asamblea general extraordinaria al plan de reestructuración de la compañía, que incluye emisión de nuevas acciones y conversión de deuda.

Norwegian recibió la semana pasada el visto bueno de los tribunales noruegos e irlandeses para seguir un doble proceso de reconstrucción en ambos países, fundamental para la supervivencia de la compañía, en peligro de quiebra desde hace meses.

La aerolínea había presentado a mediados de noviembre su primera solicitud ante un tribunal irlandés después de la negativa del Gobierno noruego a darle apoyo económico adicional para afrontar las pérdidas provocadas por la pandemia de coronavirus.

La petición afectaba a la filial de gestión de activos Arctic Aviation Assets y a Norwegian Air International, a cargo de la flota de aviones, y luego hizo una solicitud similar para la matriz y el resto de las filiales en Noruega.

El sí de los accionistas recibido permitirá seguir adelante con un plan para obtener 4,000 millones de coronas noruegas (375 millones de euros/US$ 452.7 millones) mediante un programa de conversión de deuda en acciones.

Norwegian evitó en mayo la quiebra tras lograr el respaldo de acreedores y accionistas a un plan para convertir 12,700 millones de coronas (1,163 millones de euros/US$ 1,404 millones) de deuda en acciones.

Ello le permitió acceder a una ayuda estatal de 3,000 millones de coronas (275 millones de euros/US$ 332 millones), la mitad del total de un paquete al sector aéreo noruego.

Norwegian atraviesa una difícil situación financiera desde hace años, agravada en el 2019 por la prohibición temporal de vuelo de los Boeing 737 MAX y los problemas con los motores Rolls Royce, y agudizada con la crisis del coronavirus.