(Foto: AFP)
(Foto: AFP)

reportó que su pérdida neta casi se duplicó en el 2019 a US$ 18,367 millones y que su deuda con proveedores y reserva para beneficios de empleados se dispararon, atizando las dudas sobre las promesas del gobierno de rescatar a la endeudada petrolera mexicana.

El presidente ha dicho que su gobierno hará todo lo que sea necesario para salvar a Pemex y convertirla en palanca de desarrollo, al afirmar que la recibió casi en quiebra por un aumento dramático de la deuda contraía especialmente por el gobierno anterior, que además no pudo detener la declinante producción de hidrocarburos.

Pemex, que ha estado bajo el escrutinio de las calificadoras de riesgo, informó el jueves que perdió US$ 9,009 millones en el cuarto trimestre del año pasado, un 8% más que en el mismo lapso del 2018.

Sus ingresos bajaron un 16.5% el año pasado, a US$ 74,474 millones, mientras que la deuda con proveedores se disparó un 23% a 9,807 millones de dólares y las reservas para beneficios de empleados crecieron un 35% a US$ 77,305 millones.

Pese haber hecho cuantiosas operaciones de refinanciamiento de pasivos, en un monto que la compañía cifra en US$ 36,000 millones en los últimos meses y no haber recurrido a endeudamiento neto extra el año pasado, la deuda financiera subió a US$ 105,200 millones.

"Hemos registrado mejoras significativas en muchos de nuestros indicadores, lo que confirma que vamos en el camino correcto", dijo en una conferencia con analistas el director de finanzas de Pemex, Alberto Velásquez. "Estamos cerrando uno de los años más complejos de la historia más reciente de Petróleos Mexicanos".

El Gobierno inyectó a la estatal unos US$ 9,500 millones entre capitalizaciones y monetización de pasivos laborales en el 2019.

¿Transición?

Pemex dijo que la caída de sus ventas totales estuvo vinculada a la baja del precio de la mezcla mexicana de exportación, menores precios de referencia de y , así como menores volúmenes de ventas locales y exportaciones.

Las pérdidas integrales del año treparon a US$ 34,923 millones golpeadas por pérdida actuariales por beneficios a empleados de US$ 16,422 millones.

“En nuestro Plan de Negocios se estableció un periodo de transición de tres años. El primero estuvo dedicado a resolver los problemas estructurales y sentar las bases de una nueva política de gestión operativa y financiera. A partir del 2020, iremos consolidando estas iniciativas para alcanzar, en el año 2021, el equilibrio financiero”, dijo la firma en un reporte.

El analista de energía Gonzalo Monroy dijo en su cuenta de Twitter que los resultados de Pemex reflejan la estrategia de "cerrarle la puerta a las asociaciones, de enfocarse en malos campos, pequeños y sin productividad y pensar que solo es perforar a lo bestia".

Tras la divulgación de los resultados, los precios de la mayoría de los bonos en moneda extranjera de Pemex extendieron su declive, en medio de una ola global de aversión al riesgo que los había sacudido desde la semana pasada.

López Obrador suspendió las licitaciones petroleras argumentando que han sido un fracaso, así como las subastas para buscar socios para Pemex bajo la figura de "farmout". En su lugar, ha ofrecido contratos para la exploración y explotación de una veintena de campos que han arrojado resultados muy inferiores a los previstos.

La producción de crudo del año pasado descendió un 7.6% a un promedio de 1.68 millones de barriles por día, lejos de la meta de 1.8 millones de bpd. No obstante, la firma sostiene que ha logrado frenar el declive de la producción de los últimos años y que en meses reciente logró un crecimiento marginal de 0.04% mensual.

Directivos de la petrolera han dicho que las metas no se cumplieron por situaciones asociadas al clima y a que hubo problemas en el cumplimiento de varias empresas que ganaron contratos de infraestructura para una veintena de campos con las que se contaba para apuntalar la producción de hidrocarburos.

Analistas del sector han dicho que el gobierno y Pemex se han fijado metas de producción demasiado optimistas y que es prácticamente imposible lograr un aumento de producción de un millón de bpd al final del sexenio al 2024 desde el 1.7 millón de bpd actuales.