Por Moisés Navarro y Selene Rosales
Debido a condiciones regulatorias y factores que modificaron los niveles de precios usuales en el sector eléctrico, la cantidad de clientes libres casi se ha multiplicado por ocho entre el 2015 (último año en el que la cifra mantuvo una estabilidad sostenida) y el 2022.
El número de usuarios libres pasó de 243 a 1,846 entre esos años, mientras que el de puntos de suministro aumentó de 350 en el 2015 a 3,128 en el 2022 según Osinergmin (un usuario libre puede tener más de un punto de suministro y también puede ser atendido por más de un suministrador, que son generadoras y distribuidoras).
En medio del proceso de venta de Enel Distribución a China Southern Power Grid (CSGI), uno de los temas que llamó la atención fue justamente el de los precios, pues se advirtió que estos se elevarían para el mercado libre, ya que ambas concesiones de distribución podrían tener un solo dueño: el Estado chino. Las consecuencias y alcances de esta hipótesis aún están por verse.
Sin embargo, al margen de la adquisición, en los últimos años estos precios han mostrado una dinámica atípica, pues el del mercado regulado (residenciales y algunas empresas medianas y pequeñas) se ha mantenido muy por encima del correspondiente al mercado libre (grandes empresas).
Así, en términos relativos, por ejemplo, un consumidor de luz en casa podría terminar pagando un mayor precio que una gran empresa, considerando que al cierre del 2022 el precio regulado era de 30.37 ctm S/./kW.h mientras que el libre era de 19.1 ctm S/./kW.h.
Esta situación, que se ha observado por varios años, también generó una migración masiva de clientes del lado regulado al libre. ¿A qué se debe este fenómeno y qué implicancias tiene?
¿Qué diferencia a un cliente libre de uno regulado en el mercado eléctrico?
Los clientes regulados, de bajo consumo, pagan tarifas reguladas por el Osinergmin que se determinan en licitaciones realizadas por las empresas distribuidoras que buscan garantizar, en el largo plazo (10 años o más) y de manera anticipada, el suministro a sus clientes.
Los clientes de alto consumo, por su parte, negocian directamente con las generadoras o distribuidoras a precios libres. En este caso los contratos son de plazos más cortos (entre dos y cinco años, por lo general).
El precio que pagan los usuarios libres normalmente debería estar por encima del de los usuarios regulados. Y así fue hasta aproximadamente el 2015. Este tipo de clientes —los libres— representan un riesgo adicional para los suministradores, pues al ser mayoritariamente empresas pueden enfrentar desde años malos hasta la quiebra. Y esta diferencia se reflejó, principalmente, en uno de los principales componentes de la tarifa eléctrica: el precio a nivel de generación.
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¿Cómo han cambiado los precios para los clientes libres y regulados?
Contactamos a algunas empresas, entre generadoras y distribuidoras, para conocer la situación de los precios en el mercado libre, pero optaron por no hacer comentarios. Sin embargo, según información de Osinergmin se observa que el precio libre estuvo por encima del regulado hasta el 2016 aproximadamente
En el 2016 empieza a observarse el incremento de puntos de suministro en el mercado libre. La normativa establece que los usuarios cuya máxima demanda anual de cada punto de suministro sea mayor de 200 kW, hasta 2500 kW, tienen derecho a elegir entre la condición de regulado o libre siempre que cumplan con requisitos y condiciones establecidos en el reglamento. Así, la cifra más que se duplicó de un año a otro.
El incentivo para la migración se hizo más notorio al año siguiente, cuando la diferencia entre uno y otro se amplió (ver cuadro), con el precio regulado por encima. Y la tendencia continuó.
Un artículo publicado en una revista del BCRP indica que hasta 2015, el consumo de usuarios regulados representaba una proporción mayor que la de los clientes libres. A partir de 2016, la proporción del consumo de clientes libres superó a la de usuarios.
¿Cuáles fueron las causas de la migración?
La migración masiva de clientes regulados al mercado libre, incentivados por los precios más bajos, al parecer ya llegó a su pico. “La mayoría de los que ya podría migrar, ya migraron”, afirma Javier Matos, director de Nexta Consultoría.
“El número de casos de empresas que migran se ha reducido. Los más grandes entre los pequeños ya lo han hecho, pero quedan unos pocos que aún podrían hacerlo”, agrega César Butrón, presidente del directorio del COES.
Luego de varios años de migración de usuarios, las principales generadoras han sumado más clientes. A la vez, las empresas distribuidoras se han visto afectadas económicamente pues luego de la migración, siguieron asumiendo el costo de la compra de potencia requerida para atender a los clientes regulados que ahora se volvieron libres.
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¿Qué podría ocurrir con los precios en adelante?
Dentro de pocos años, aproximadamente en el 2025, los contratos de largo plazo firmados entre las generadoras y las empresas de distribución van a terminar y se realizarán nuevas licitaciones. Hay quienes consideran que podría revertirse la tendencia y que precio libre vuelva a ser mayor que el regulado. ¿Es eso posible?
“Las subastas de los distribuidores van a ser más competitivas y va a bajar el precio regulado. No necesariamente mucho. ¿Va a ser tan bajo como la mejor transacción en el mercado libre? Probablemente no”, afirma Matos.
Butrón tiene una opinión similar. “En estas nuevas licitaciones los precios podrían bajar, pero de ninguna manera serían iguales o más bajos que los precios que los clientes libres venían disfrutando durante los últimos años de sobre oferta”, indica.
Asimismo, afirma que los precios serán influenciados por factores como el crecimiento de la demanda, si hay mayor penetración de renovables no convencionales, si se activa el proyecto de gas al sur, etc.
“El riesgo que enfrenta cualquier usuario libre que no tiene contratos de largo plazo, como sí lo han sido los contratos para clientes regulados, es que están sujetos a la volatilidad de precios. En ese sentido, si se vuelve a producir situación de escasez dentro de unos años, los precios de los libres subirán en consecuencia y cualquier cliente regulado que se haya pasado a libre, estará sujeto a esa situación”, añade Butrón.
Más mypes podrían migrar
Existe el riesgo de que las mypes que migraron al mercado libre y que han firmado contratos puedan terminar en una situación inconveniente si es que el precio regulado baja como resultado de las nuevas licitaciones. En particular, afirma Javier Matos, “están expuestas a los altibajos aquellas que firmaron contratos a precio spot más el pago de una tasa”.
A fines del 2020, un proyecto de ley buscó reducir la valla de ingreso al mercado libre de 200 KW a 50KW. Daniel Hermoza, director del Centro de Estudios de la Mype de Mypes Unidas del Perú, una organización que desde hace un tiempo promueve el ingreso de mypes al mercado libre, calcula que esto permitiría que entre 20,000 a 25,000 empresas de este tipo puedan migrar. Una modificación en ese sentido se ha debatido antes en el Congreso, sin éxito.
Sobre el riesgo que podrían enfrentar las mypes que ya migraron al mercado libre o las que podrían migrar ante un imprevisto aumento de precio en el mercado libre, Hermoza dijo: “El empresario puede trasladar ese incremento al producto final. No es que vamos a quebrar o nos vamos a ir corriendo al mercado regulado”, indica.
¿Aún existe “sobre oferta” eléctrica?
El incremento sostenido del precio del mercado regulado se explica, según fuentes consultadas, por las condiciones en que se realizaron las subastas, que incluían en sus fórmulas, reajustes en función a la inflación del mercado estadounidense, el tipo del cambio y el precio del gas natural. Estas modificaciones se hacían año a año.
De otro lado, la caída en el mercado libre respondió a factores como la ya modificada declaración de los precios del gas por parte de las generadoras y también al exceso de capacidad instalada, que según un informe de Fitch, en el 2016 alcanzó el 50% comparada con la demanda pico de ese momento. Esta situación ya ha cambiado. “Se podría decir que desde este año la situación ya se ha regularizado porque la demanda ha seguido creciendo”, afirma Butrón, del COES.
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