Lurín, ubicado al sur del Lima, desde hace varios años alberga a varias empresas industriales y en el que se han instalado parques industriales para esta actividad, que suman alrededor de 350 grandes compañías, comenta su alcalde Jorge Marticorena.
El burgomaestre detalla que para recuperar el dinamismo en su distrito no solo basta que enfrentar la pandemia del COVID-19, sino una parte importante para su comuna es el cambio de zonificación, para la parte residencial, comercial e industrial.
“Venimos trabajando con la Municipalidad de Lima y para fines de agosto debemos culminar el cambio en la zonificación en Lurín”, expresó.
Con ello, Jorge Marticorena estima que tendrá alrededor de 1,000 hectáreas para el desarrollo industrial y comercial, de las 18,000 hectáreas que tiene todo el distrito.
Son cuatro las zonas a las que ha puesto la mirada en este cambio de zonificación, una de ellas es zona de playa, que espera en un futuro próximo se convierta en un balneario.
“La zona de la playa tiene 18 kilómetros de largo que no cuenta con una zonificación clara y la idea es que se convierta en una zona comercial-residencial, y que tenga además los servicios de educación y salud”, dijo.
La segunda área es lo que denomina, el “trapecio bajo”, entre la Panamericana Sur y la antigua vía, en la que indica, está regulado por la Ordenanza 310 – MML, como zona de tratamiento especial.
“En esta zona, que era agrícola solo se siembra gras y ahora estamos trabajando para que tenga una zonificación I1, con una industria ligera no contaminante, que sea flexible”, expresó.
ZONA DE INDUSTRIA ELEMENTAL (I1). Es aquella zona destinada para establecimientos industriales no molestos ni contaminantes y de apoyo a la industria de mayor escala, compatible con el área urbana. Dentro de este tipo de locales industriales se incluyen todos aquellos que por su magnitud y función, no representan peligro de contaminación ambiental para el área urbana y que sin embargo deben tener un cierto aislamiento con las otras zonas urbanas residenciales y comerciales, pero con las restricciones del caso en cumplimiento de las Ordenanzas Municipales vigentes.
La tercera zona es la que se conoce como el “el huerto de Lurín”, en esta área – comenta el alcalde Marticorena- hay más de 280 mini zonas urbanas, que antes era parcelas agrícolas, pero que las familias originales parte lo han vendido a terceros y otras se han convertido en zonas de vivienda de las propias familias.
Todo ello se estará convirtiendo en zonificación residencial con posibilidad de un desarrollo comercial, dada la cercanía al Museo Nacional de Arqueología (MUNA).
“Esperamos la llegada de restaurantes cinco tenedores, hoteles de lujo y servicios complementarios, cuando ya se reinicien las actividades”, expresa.
“Con ello podemos ordenar la zona. Hay proyectos de viviendas para unas 600,000 familias, pero lo que se requiere, no solo para los proyectos sino para los actuales residentes, es que se cuente con el servicio de agua y desagüe”, dijo.
Mencionó que, el 70% del distrito no cuenta con este servicio básico y que para entrar en los proyectos de Sedapal es un requisito indispensable que antes se tenga el cambio de zonificación.
En el caso de la zona industrial, menciona que en el distrito hay un potencial de desarrollo en la zona alta, para unas 4,000 hectáreas para la instalación de industria pesada, para lo que se requiere la categoría I3.
ZONA DE GRAN INDUSTRIA (I3). Es aquella zona donde se concentran establecimientos industriales con utilización de gran volumen de materia prima, que constituyen -por sus niveles operacionales- Industrias molestas que pueden ser compatibles con ciertas actividades urbanas pero con las restricciones del caso en cumplimiento de las Ordenanzas Municipales vigentes. Son las que producen un grado de contaminación ambiental para el área urbana, requiriendo ubicarse en zonas previstas en el Plan.
“En este proceso de cambio de zonificación se avanzará con una parte”, sostiene.
Jorge Marticorena remarca que en este proceso van a ser más rigurosos en cuanto a los cuidados ambientales.
Uno de los frentes que tiene activo es la construcción de un relleno sanitario, al que lo denomina botadero, dado que para la comuna no cumple las condiciones para el desarrollo de dicho proyecto.