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La pandemia del COVID-19 trajo consigo un panorama difícil en el sector empresarial, que tuvo que adaptarse a la denominada “nueva normalidad” y vencer muchos paradigmas para continuar a flote. Amrop Perú, en su reporte “Conversaciones con Amrop” reúne las proyecciones y estimaciones de 60 CEO de las empresas más importantes del país.
Según las proyecciones del informe, la caída del poder adquisitivo se mantendrá por un buen tiempo, entre uno a tres años para recuperar el nivel anterior a la crisis sanitaria. Los empresarios inciden que los sectores dependientes de la demanda interna, deberán diversificar sus ingresos, abriéndose a nuevos mercados y servicios para buscar capacidades no exploradas.
En el sector construcción, el análisis señala que las oportunidades serán propicias en el sector inmobiliario de viviendas para los Niveles Socio Económicos B y C que pueden acceder a créditos por medio del programa Mi Vivienda. Además, porque las familias seguirán creciendo y seguirá existiendo un déficit de inmuebles en el Perú.
Del mismo modo, los CEO consideran que la minería debe concentrarse en recuperar sus volúmenes de producción para aprovechar la dinámica de precios, los cuales aumentarán por la recuperación económica global.
Con relación al sector turismo, señalan que habrá mucha competencia internacional por captar turistas. Para competir, se deben implementar servicios de salud y logísticos adecuados, porque es poco probable que alguien quiera visitar un país en donde no haya suficientes camas UCI o un sistema de salud colapsado. Asimismo, creen que es importante incentivar el turismo interno, porque el internacional demorará mucho más en regresar a los niveles anteriores.
En tanto, la educación virtual permitirá alcanzar un mayor número de alumnos y profesores que pueden provenir de diferentes ciudades o países. También, indican que será fundamental el rol que asuman las empresas financieras para formalizar y bancarizar la economía, siendo la digitalización una herramienta que ayudará en lograr esa tarea.
Regreso a las oficinas
El ajuste de gastos para enfrentar la emergencia podría volverse permanente. Además, se romperá el dogma que asegura que no se puede trabajar desde casa. Esto producirá que los espacios de oficina se sigan devolviendo y que la demanda por metros cuadrados en ese segmento siga siendo negativa. “Esta realidad ya ha provocado que se renegocien contratos, porque el negocio de alquiler de bienes raíces se está convirtiendo en un buyer’s market”, se lee en el reporte.
Por su parte, algunos ejecutivos estiman que se podría regresar a la normalidad preemergencia con una planilla entre 15% y 20% más pequeña. Estiman que, así como habrá menos necesidad de tener a los trabajadores en la oficina, las personas que vivan cerca del lugar de operaciones de la empresa tendrán ventaja sobre quienes vivan lejos para acceder a posiciones que requiera presencia física de personal.
Los CEO vaticinan que la mayor parte de personas que deban regresar a trabajar a las oficinas llegarán a ambientes abiertos, donde la empatía, tolerancia y la propensión a trabajar en equipo, como habilidades blandas, serán exigibles y asumidas como normales. En tal sentido, la mayoría piensa que la empatía se ha vuelto en la habilidad blanda más requerida para aquellas personas que aspiren a posiciones de liderazgo.
Los profesionales de negocios que entiendan más sobre tecnología y profesionales de la tecnología que entiendan más sobre negocios, serán los más demandados. Incluso, prevén escasez de talento digital y las empresas tendrán que formarlo o contratar talento externo para que trabaje de manera remota o medio tiempo.
El trabajo desde casa debería traer beneficios a los empleados si es adecuadamente balanceado. De esa manera, tendrán tiempo para pasar tiempo en familia y así no sufrir el estrés de movilizarse a diario en una ciudad vertiginosa. Ello también podría permitir que muchas personas que vivan lejos o incluso fuera del país trabajen en empresas peruanas, lo cual aumente la competencia y presente nuevos retos.
Cambios
El informe señala que, para algunos CEO, la Confiep debería tener un cambio significativo y debería ser manejada por profesionales contratados por los agremiados, pero independientes de estos. Ello permitirá atender posibles crisis de manera efectiva.
Igualmente, creen que deberían auspiciar Think Tanks que proyecten el país que se tendrá dentro treinta años y sus necesidades, así como formar profesionales a escala nacional preparados para afrontar esa realidad. Aseguran también que es necesario tener más protagonismo, comunicar lo bueno que hacen y las empresas que lideran, así como involucrarse más en la realidad social.
Coinciden en que comunicar más y mejor no es el 100 % de lo que toca hacer, pero es necesario invertir en ello.
Estrategias
Los CEO reconocen también que el Estado y sector empresarial deben acercarse mucho más. Es una tarea pendiente, pero su desenlace aún es incierto. Para ello, consideran trabajar en ciertos elementos que consideran clave para formular cualquier estrategia en un entorno posterior a la pandemia.
Revisión de escenarios
Los sectores realizarán ajustes permanentes a sus planes para adaptarse a las nuevas necesidades y retos, para tomar con rapidez las oportunidades. Para ello, es necesario adoptar diversos escenarios y revisarlos a plazos no mayores a noventa días, porque actualmente el largo plazo es un año. También es importante estar en estado de alerta es permanente.
Atención a grupos de interés
Es importante entender y asimilar que los principales defensores o detractores de la empresa son sus trabajadores. También sus clientes y usuarios, como proveedores, que tienen una presencia cada vez más amplia en redes sociales. Ello obliga a prestarle atención a estos grupos de interés para elaborar estrategias.
Del mismo modo, el compromiso con la sostenibilidad se ha vuelto una buena carta de presentación de las empresas. Ello se debe reforzar desde la visión y cultura empresarial, humanizar más las compañías.
Nuevas tendencias
Hay tendencias que llegaron para quedarse. Una es la inclusión financiera, que continuará creciendo aceleradamente, para expandir y generalizar las transacciones digitales. En este entorno las empresas deberían ir a buscar sus clientes.
“Una idea repetida por varios de los CEO entrevistados, se refiere a la de trabajar en el desarrollo de clústeres, que fuera de los beneficios obvios, puede también ser un incentivo para el proceso de formalización de muchos sectores de nuestra economía”, detalla el informe.
Las empresas, debido a la crisis, se han dado cuenta que pueden operar con costos más bajos y se han vuelto más productivas. Esta tendencia continuará, buscando eficiencias en la cadena de valor.
Muchos trabajadores harán una combinación entre trabajo presencial y en casa, generando varios cambios en el comportamiento del consumidor. Asimismo, los efectos de un menor poder adquisitivo de la población se verán para los siguientes dos años. Las empresas tendrán que replantear sus productos y servicios.
Tecnología digital
Se han creado diversas oportunidades para hacer negocios digitales, que muchas empresas no lo vienen aprovechando. Ello hace indispensable que se acelere la decisión de invertir en análisis de datos, comercio electrónico y otras herramientas tecnológicas.
En varias de las empresas, las pocas iniciativas de CAPEX que no fueron recortadas estaban relacionadas a la transformación digital, automatización de procesos y mejora de la productividad.
No obstante, el informe concluye señalando que “, la adopción de la tecnología produce ventajas competitivas, pero debemos ser conscientes que, dentro de poco, esto pasará a ser un tema de supervivencia”.
