Los intentos de ByteDance, la matriz de TikTok, de demostrar que se está distanciando políticamente de China no van lo suficientemente lejos.
El propietario de la popularísima aplicación de vídeo quiere demostrar a los legisladores estadounidenses que la República Popular no puede ejercer una influencia indebida sobre la empresa. Pero para ello sólo servirá una ruptura limpia.
El último movimiento de ByteDance implica una transferencia de poderes en la empresa al trasladar la toma de decisiones y las capacidades de investigación fuera de su país de origen, según una exclusiva publicada por Reuters el jueves.
Esto se produce tras el nombramiento la semana pasada de Kevin Mayer como jefe de operaciones del grupo y también como jefe de TikTok.
El exdirectivo de Walt Disney, responsable del servicio de streaming Disney+, tendrá su base en Estados Unidos, donde se almacenan todos los datos recogidos de los usuarios en Estados Unidos.
Esto forma parte de una iniciativa más amplia para poner un sello protector alrededor de TikTok y otras filiales no afincadas en China como la app social india Helo.
Sin embargo, es poco probable que todo esto ofrezca la protección suficiente frente al escrutinio de Washington. La Comisión de Inversiones Extranjeras en los Estados Unidos está investigando la compra por ByteDance de Musical.ly, que luego se transformó en TikTok.
La Comisión Federal de Comercio (FTC, por sus siglas inglesas) impuso una multa de US$ 5.7 millones a la aplicación por violar las normas de privacidad infantil. Un grupo de representantes demócratas instó a la FTC el jueves a considerar la posibilidad de investigar a TikTok por romper el acuerdo.
Los senadores Josh Hawley y Rick Scott presentaron un proyecto de ley para prohibir TikTok en los dispositivos del gobierno. Y todo esto en un momento en que las ya de por sí tensas relaciones entre Washington y Pekín se están enrareciendo.
Por otra parte, redes sociales estadounidenses como Facebook, YouTube y Twitter están cada vez más bajo la lupa por su poder. La influencia de TikTok también está creciendo. En lo que va del año, más de uno de cada cinco usuarios de redes sociales han entrado en TikTok al menos una vez al mes, según eMarketer.
La opción política más realista para ByteDance es vender su rutilante estrella. Disney podría ser un comprador potencial, aunque quizás no hasta que la pandemia se despeje. Después de todo, el presidente Bob Iger una vez analizó la compra de Twitter.
Amazon.com podría también utilizarla como trampolín en el segmento de redes sociales Alphabet y Facebook estarían encantados de comprar TikTok, aunque los reguladores estarían listos para bloquear operaciones así.
Una desinversión podría no ser la opción favorita de ByteDance, pero la sombra de Washington está planeando sobre la empresa.