En 2004, Bosques Amazónicos (BAM) comenzó sus actividades de reforestación en Ucayali y luego fue sumando espacios de conservación y restauración en Madre de Dios. Ahora, con una superficie conjunta que actualmente supera el millón de hectáreas, la compañía ya obtiene los frutos de las plantaciones con la emisión de créditos de carbono (instrumentos de compensación por emisión de carbono) y camina rumbo a la primera cosecha de madera, en 2027. En tanto, planea iniciar un nuevo proyecto por US$80 millones en 2025, mientras dialoga con una empresa holandesa por potenciales joint ventures.
Jorge Cantuarias, CEO de BAM, señaló que están en conversaciones finales con inversionistas para desarrollar la nueva iniciativa de restauración y reforestación en 10,000 ha en Ucayali desde el próximo año. En este proyecto, participarían también pequeños propietarios de terrenos, generando así una cadena productiva.
“Es una combinación de restauración para imitar lo que había ahí, más reforestación con especies nativas de alto valor comercial. Ambos modelos producen bonos de carbono, y también madera. Estamos trabajando con el shihuahuaco, una especie muy requerida y de gran valor comercial”, comentó a Gestión.
Por año, refirió que se irían añadiendo 1,000 hectáreas para llegar al total esperado. Si bien el crecimiento y posterior cosecha de la madera implican un largo plazo (20 años), el ejecutivo recordó que la emisión de bonos de carbono se puede realizar prácticamente desde la siembra.
En ese sentido, la compañía ya viene emitiendo dichos bonos por el crecimiento de sus primeras plantaciones, aun cuando la cosecha y consecuente exportación de la madera de éstas todavía está programada para 2027.
Por lo pronto, BAM está realizando “raleos técnicos”; es decir, retirando los árboles con menor valor comercial y los viene vendiendo en el mercado local.
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Alianzas a la vista
Para el desarrollo de sus actividades de reforestación y restauración, BAM también ha implementado un vivero de clonación de especies nativas de un valor genético importante. A partir de esta instalación, la empresa no solo genera plantines para sus propias extensiones, sino también para terceros.
Así, la firma ya vende cantidades pequeñas a otros actores también interesados en el desarrollo forestal en Perú, lo cual está abriendo no solo una nueva línea de negocio, sino también otras oportunidades.
“Hay otros dos fondos importantes, uno con una empresa holandesa que tiene presencia en Ucayali. Estamos en conversaciones para ver sinergias. Ellos tienen conocimiento del mercado de la madera, con operaciones en África y otros continentes; y nosotros tenemos la tecnología propia. Estamos conversando para hacer alianzas estratégicas”, reveló.
Añadió que hay una demanda global importante por créditos de carbono de reforestación y conservación, frente a lo cual la selva peruana ofrece un “terreno virgen” con 1.2 millones de ha que califican para ser reforestadas solo en Ucayali.
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Proyecciones y nuevas fuentes de ingresos
En el ámbito internacional, Cantuarias reconoció que los cuestionamientos al mercado de bonos de carbono afectaron los precios y demanda de estos. Sin embargo, afirmó que los mecanismos de supervisión y nuevas certificaciones para esta actividad están impulsando otra vez el modelo de negocio.
Así, confió en que las ventas de BAM se eleven en alrededor de 10% a US$8 millones en 2024. Por lo pronto, su principal generador de ingresos es la emisión de dichos bonos. Sin embargo, esa condición cambiará desde el siguiente año.
“Hoy estamos listos para incorporar como flujos al conocimiento técnico. Tenemos al vivero de clonación que es proveedor de los plantines para reforestación y restauración. Además, está el equipo técnico que hace los modelos económicos para proyectos; y siempre los créditos de carbono de conservación y de reforestación. Son cuatro fuentes vigentes desde el próximo año”, dijo.
Bajo esa nueva estructura de ingresos, proyectó que el negocio tendrá un mayor despegue en 2025, considerando además que incorporarán nuevos stocks de bonos de carbono. Hoy, estos se generan en una extensión de Madre de Dios y; desde el próximo año, provendrán de tres proyectos en esa región y uno en Ucayali.
“Eso nos permite diversificar, pues los compradores del mercado voluntario escogen, y ven el (proyecto) que más se acomode a sus objetivos de sostenibilidad. Unos quieren naturaleza más que la parte social. Hay que darles un abanico de proyectos”, finalizó.
CLAVES
- Inicios. BAM comenzó en 2004 con una reforestación piloto de 25 ha en cooperación con el Fondo de las Américas, en Ucayali.
- Desarrollo. Empresa acumula alrededor de 1 millón de árboles plantados.
- Problemática. Solo en Perú, 150,000 hectáreas de bosques amazónicos son deforestadas en promedio al año, según BAM.
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Bachiller en Comunicación Social (Universidad Nacional Mayor de San Marcos). Trabajé en radio y prensa escrita y, desde el 2013, soy redactor de la sección de Negocios del Diario Gestión.