La cervecera neerlandesa Heineken reportó una caída en sus beneficios anuales y de sus ventas debido a las “difíciles condiciones del mercado”, incluida la elevada inflación.
La segunda mayor cervecera del mundo después de AB InBev indicó que su ganancia neta de 2023 fue de 2,300 millones de euros (US$ 2,500 millones), comparado con 2,700 millones de euros en el 2022.
El volumen de ventas también cayó 4.7% en el año, en gran parte por los declives en Nigeria y Vietnam, señaló la empresa.
LEA TAMBIÉN: Heineken y su pelea por “ganar” un mercado tradicional con mayor demanda
“Heineken debió priorizar este año los precios para compensar los niveles sin precedentes de inflación de los productos básicos y la energía”, agregó.
Dijo que la presión inflacionaria decayó en la segunda mitad del año, pero anticipó que el clima económico sería “un factor de incertidumbre” en el 2024.
El incremento de precios causó un aumento en las ventas a 36,300 millones de euros, por encima de los 35,000 millones del 2022.
Pronosticó para este año beneficios netos aún más bajos debido al impacto de las divisas y los impuestos.
Heineken se vio en aprietos en marzo cuando debió disculparse por la “ambigüedad” de su compromiso de dejar de comercializar sus productos en Rusia tras la invasión a Ucrania.
LEA TAMBIÉN: Menor consumo de bebidas alcohólicas y el duro golpe sobre las cervecerías artesanales
Un sitio de investigación neerlandés informó en febrero del 2023 que Heineken había dejado de vender la cerveza de ese nombre en Rusia, pero en su lugar lanzó decenas de productos nuevos.
En agosto anunció su retiro completo de Rusia y la venta de sus operaciones al Arnest Group, mayor fabricante ruso de cosméticos, productos para el hogar y envoltorios metálicos.
En su mercado local de Países Bajos, la asociación neerlandesa de cerveceras dijo que las ventas de cerveza cayeron más de 5% en el 2023 debido al mal tiempo en el verano y la inflación.