Rubén Carrasco, director ejecutivo de Cultivida, gremio que agrupa a 26 empresas dedicadas al negocio de productos de protección de cultivos en Perú, expresó su optimismo por el crecimiento del mercado (valorizado en US$300 millones). Después de un año en contracción, proyectó que el sector aumentará sus ventas entre 8% y 10% al cierre de 2024, impulsado por las agroexportaciones, que hasta junio crecieron cerca de 12%.
El líder gremial destacó el impacto positivo de la demanda de soluciones de insecticidas, especialmente ahora que ha comenzado la campaña más importante del año, que incluye los cultivos de arroz, papa y café, los cuales cubren grandes extensiones de tierra en el país.
“Las plagas y enfermedades son constantes. Para papas de sierra y café hay 300,000 hectáreas y en arroz y maíz hay 400,000″, comentó en diálogo con Gestión.
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La oportunidad con Chancay
En otro momento, Carrasco consideró que el megapuerto de Chancay será un proyecto que traerá bienestar a los agricultores que viven en las zonas cercanas al puerto, puesto que verán un aumento en el valor de sus tierras, las mismas podrían convertirse en terrenos comerciales.
“Este tipo de cambios hay que verlos con buenos ojos. Los agricultores ubicados en el punto donde se está generando el proyecto van a tener un impacto positivo en el valor de sus tierras agrícolas, que se van a convertir en tierras lotizadas de negocios. Ahora ha subido el costo en 10 veces. Habrá una reducción del área agrícola y crecimiento de lotes”, destacó.
Aunque esto resultará en una reducción del área agrícola, el director de Cultivida enfatizó que el sector está en crecimiento y que es una oportunidad para que más actores se sumen a la agroexportación. Además, manifestó que una gran parte de estos insumos de protección de cultivos proviene de Asia, por eso miran al puerto como un hub clave para la entrada de esos productos.
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“Esto permitirá que lleguen al país volúmenes muy altos de insumos, facilitando su reexportación a otros países. Esta mayor importación de volúmenes generará precios muy ventajosos para Perú, lo que se traducirá en una mejor competencia en el mercado de insumos, incluyendo plaguicidas, fertilizantes y otros productos agrícolas. Esto beneficiará a los agricultores y tendrá un impacto positivo en los precios, explicó.
De cara al 2025, el ejecutivo anticipó más oportunidades, debido a que Perú está ganando más visibilidad en mercados internacionales, aunque también advirtió los desafíos como las condiciones climáticas y el comercio ilegal, que representa el 14% del sector.
Por otro lado, indicó que en los últimos años, ha habido un notable incremento en el uso de productos biológicos en la agricultura debido a la inversión de las empresas en innovación para desarrollar moléculas más efectivas, las cuales responden a normativas más exigentes.
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Problema de la roya y contrabando
Como desafíos, Carrasco indicó que la roya del café es un problema serio que afecta a las hojas de las plantas y reduce la calidad del café. “Esta enfermedad es una de las siete más catastróficas en América Latina, con potencial para causar pérdidas de hasta el 30% en la producción. En Perú, alrededor de 250,000 familias dependen del cultivo de café, y un 26% de la última campaña se ha visto afectada”, lamentó.
De otro lado, advirtió que 33% de los productos agrícolas en el mundo están falsificados, con un 15% en cultivos y un 10% en semillas. En el Perú, refirió que el comercio ilegal afecta un 14% del mercado total que está valorizado en US$300 millones y que incluyen productos adulterados.
“Esto no solo impacta la rentabilidad del agricultor, sino también la salud pública, ya que los productos falsificados no ofrecen la misma protección contra enfermedades como la roya”, dijo.
Además, señaló que el contrabando de productos agrícolas como los plaguicidas, desde Ecuador, que no están gravados con el IGV, es un problema que afecta a Perú. “Esto genera una distorsión en el mercado y perjudica la competitividad de los productos legales”, apuntó.