Tras la reactivación de diversos sectores económicos y, por ende, del regreso gradual de trabajadores a sus actividades y la generación de nuevos puestos de trabajo, las atenciones de salud ocupacional gradualmente encausaron el camino hacia su recuperación.
Sin embargo, la incertidumbre política que vive el país -al igual que lo hizo la pandemia en su momento- ha vuelto a irrumpir en la dinámica de este tipo de servicio, restándole dinamismo desde agosto, así lo explica David Robles, gerente general del centro médico AMC.
“La actual situación ha hecho que muchas empresas (salvo el sector minero) congelen sus planes de expansión y sus inversiones, prefiriendo esperar y recortar ciertos gastos. Este impacto lo hemos percibido en agosto y en este mes de setiembre”, anota.
Detalla que este golpe se ha sentido, sobre todo, en el caso de los exámenes médicos preocupacionales, que se solicitan para las nuevas contrataciones de trabajadores, los cuales se requieren a potestad de los médicos ocupacionales de las empresas, ya que por la emergencia sanitaria su obligatoriedad quedó suspendida, al igual que la de los exámenes ocupacionales periódicos que se hacen anualmente.
Impacto del dólar
A esta situación, se suman además los sobrecostos que están teniendo los centros médicos de salud ocupacional por la escasez de personal médico y, últimamente, por el alza del dólar.
“Muchos de los insumos que compramos para las prácticas de los exámenes de laboratorio, entre otros, son importados”, detalla Robles.
Esto ha hecho que el servicio también se encarezca en alrededor del 20%, señala. No obstante, precisa que en el caso de AMC este incremento ha sido ligero, ya que ante la gran competencia es complicado trasladar odo el sobrecosto.
“Hace ochos años, participábamos en el mercado de salud ocupacional alrededor de cinco centros médicos acreditados por Dirección General de Salud Ambiental (Digesa), pero ahora son 180 en Lima y en provincias deben existir 80, pese a que también han aumentado los estándares para obtener la acreditación para salud ocupacional”, estima.
A nivel de laboratorios sostiene que también hay más jugadores, puesto que solo en el distrito de Surquillo, donde tienen una sede, antes eran 15 y hoy son 30.
Proyecciones de AMC
Pese al mal temporal, AMC proyecta cerrar el año con un crecimiento en sus ingresos de 25%, debido claro está al incremento de precios y, principalmente, a su división de laboratorio que se sostenido gracias a las pruebas de descarte del COVID-19.
“Si bien no se están haciendo pruebas al mismo ritmo de antes, todavía hay un número importante de pruebas que estamos realizando a los trabajadores de las empresas, especialmente mineras y contratistas. Asimismo, brindamos servicio a domicilio”, indica.
Comenta que, dentro de sus planes está adicionar en 2022 dos puntos de atención en provincia, específicamente en Moquegua y Junín para estar cerca de los centros mineros de la zona, los cuales se sumarán a las dos sedes que tienen en Lima.
“Nuestra estrategia es establecer alianzas con las empresas a fin de que no solo estén alerta de todos los documentos para poder cumplir con las normativas en relación a la salud ocupacional, sino en brindarles la información oportuna de sus trabajadores para que puedan tomar medidas más acertadas”, enfatiza Robles.
De otro lado, informa que próximamente realizarán una campaña orientada al estrés laboral y posCOVID, y adelanta que es muy probable que más del 50% de trabajadores reporte casos de estrés y que más de 10% requiera de ayuda para manejarlo.