La pandemia dio un impulso a las ventas del proyecto de viviendas Yanashpa Village, de la empresa inmobiliaria israelí Green Dreams junto a socios peruanos. Hasta el momento han logrado colocar el 65% de la primera etapa del condominio, que comprende 38 lotes de casas para vacacionar, ubicado a 12 km de Tarapoto, en San Martín.
Lilian Baigorria, gerente comercial de Green Dreams, indicó que una vez levantada la cuarentena focalizada a fines de agosto, pudieron retomar la construcción de casas. El proyecto también viene funcionando con normalidad, y varios clientes llegan a pasar el fin de semana.
Este proyecto nace de empresarios de origen israelí, que cuentan con inversiones en hoteles en Máncora, Paracas y Cusco, hasta que decidieron dar el salto al modelo de vivienda vacacional.
Con una inversión de US$ 3.5 millones, fundaron el proyecto en medio de la naturaleza, en un terreno de 14 hectáreas. Está previsto que el proyecto cuente con 71 viviendas en total.
Yanashpa tiene como público objetivo principalmente a limeños que buscan alejarse del ruido, clima cálido y que buscan invertir ya sea en un lote o en una casa. Lo que hicieron en Green Dreams fue dotar el espacio de todos los servicios básicos e internet.
El condominio funciona como una especie de resort, ya que en las áreas comunes cuentan con club house, piscina, bar, canchas deportivas, minimarket y helipuerto para casos de emergencia. Además, tienen servicios de limpieza, alquiler de auto, compras de víveres, guardería, tours, spa, entre otros.
“Vendemos los lotes independizados y saneados, desde 600 hasta más de 1,200 m2. Los terrenos cuestan entre US$ 50,000 y US$ 150,000. Inicialmente vendemos el lote y nos encargamos de la construcción, el diseño del jardín y piscina. Las casas pueden costar entre US$ 59,000 y US$ 198,000”, explicó Baigorria.
Yanashpa Village tiene hasta cinco modelos de casa distintos, todos con un mismo código arquitectónico y sostenible. El proyecto se divide en cuatro zonas (Bosque, Parque, Finca y Vista infinita), que se diferencian por la proximidad al valle de Tarapoto.
De los lotes vendidos y separados, ya llevan dos casas construidas, y tienen dos más en construcción. Cuentan con modelos de casas modulares, es decir, inicias con un solo dormitorio y puedes ir ampliando por módulos de acuerdo con el presupuesto o a cómo va creciendo la familia.
Al ser viviendas para vacaciones, la empresa trabaja bajo un sistema llamado retorno rápido. A través de un contrato, el propietario le cede el uso de su casa a la empresa por un plazo determinado y recibe un ingreso fijo mensual. La inmobiliaria lo que hace es buscar turistas que quieran rentar la propiedad el fin de semana.
“Inicialmente, la pandemia generó muchas limitaciones en la industria inmobiliaria, pero nos favoreció el hecho de que la coyuntura ha generado en las personas una tendencia por la vida más sana”, explicó.
La empresa planea a futuro llevar a cabo dos proyectos similares de vivienda, uno en Pachacamac y otro en Punta Sal.