En función del posicionamiento de Yura en el mercado de cemento y, especialmente, en la zona sur del Perú, Moody’s Local mantuvo en AAA.pe la categoría asignada al cuarto programa de bonos corporativos emitidos por dicha empresa del Grupo Gloria. Asimismo, ratificó su perspectiva de calificación como estable.
Si bien el emisor de los bonos es Yura, el análisis de Moody’s se basó en el desempeño de la compañía y sus subsidiarias.
Respecto a la presencia de Yura en el sur peruano, destacó la eficiencia derivada del acceso a las canteras de materia prima y calidad de insumos, así como de su red de distribución al público minorista. De igual manera, tomó en cuenta el market share de sus subsidiarias Soboce en Bolivia y Ucem en Ecuador, que le permite reducir el riesgo de concentración geográfica.
Asimismo, resaltó el respaldo patrimonial y las sinergias de gestión corporativa producidas por ser parte del Grupo Gloria, así como la experiencia en gestión de negocios en diferentes países de la región.
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Los indicadores económicos
La evaluación de Moody’s Local también recogió las métricas de liquidez de Yura, con un superávit de capital de trabajo que le permite financiar sus inversiones de capital (capex) y operación (opex) con recursos propios. Asimismo, consideró la capacidad de generación de ebitda y la recuperación del flujo de caja operativo.
En tanto, recordó que los volúmenes de producción y de despachos de cemento de la empresa exhibieron un incremento notable en los últimos años por la recuperación de las actividades económicas tras la pandemia y la mayor disposición de fondos de las personas. Sin embargo, precisó que las protestas sociales de los primeros meses del 2023 afectaron las ventas.
“Como resultado, la compañía ha ajustado sus proyecciones para el ejercicio 2023. No obstante, de acuerdo con lo indicado por la gerencia, durante el tercer trimestre de 2023 se está observando recuperación en ventas que recoge también el crecimiento estacional, pero considerando que no se alcanzarán los niveles históricamente altos de los años 2021 y 2022″, anotó.
Al 30 de junio de 2023, los ingresos de Yura y subsidiarias cayeron 2.03% a S/ 1,490.3 millones, por la disminución del despacho de cemento en Perú, afectado por las protestas de los primeros meses del año. Dicha situación fue contrarrestada parcialmente por el aumento en precios de los productos y por mayores ingresos en sus operaciones de Bolivia y Ecuador.
Por su parte, los costos de producción se incrementaron por mayor costo de combustible, la empresa asumió mayor gasto financiero por el aumento de la deuda y la utilidad se contrajo en 36.63%, a S/ 84.7 millones.
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Factores en contra de la calificación
Moody’s Local informó que continuará monitoreando la capacidad de pago y la evolución de los principales indicadores financieros de Yura. En ese sentido, recordó que dichas métricas deberán situarse en línea con la categoría asignada para mantener la clasificación.
De cara a próximas calificaciones, advirtió que ciertos factores podrían desencadenar una disminución. Entre ellos, la pérdida del respaldo patrimonial, la disminución sostenida en el ebitda y/o flujo de caja operativo que afecte negativamente la cobertura del servicio de Deuda.
Asimismo, también podrían afectar la calificación el aumento en la palanca financiera y/o palanca contable que deterioren los indicadores de solvencia de Yura, así como el incumplimiento de las proyecciones remitidas por la empresa. La materialización de riesgos políticos en Perú, Ecuador y Bolivia también podría jugar en contra.
En contraste, hacia una potencial mejora de la calificación, Moody’s Local indicó que no visualizan factores que contribuyan a dicha acción, pues la actual categoría de la empresa ya es la más alta posible.
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