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Tras una apresurada migración a la modalidad remota, los alumnos de colegios a nivel nacional enfrentaron grandes desafíos de aprendizaje. Este año, con el inicio de clases aproximándose, Futura Schools busca afianzar su modelo educativo a partir de las lecciones aprendidas el año pasado.
“Dada la coyuntura de educación virtual de emergencia, porque no había manera de regresar a las aulas, yo considero que el balance es positivo”, comenta el gerente general de la cadena de colegios, Gustavo Zapata.
“Hemos visto de manera satisfactoria evidencias del aprendizaje de los estudiantes no solo en conocimientos adquiridos, sino también en el desarrollo de competencias interpersonales hemos visto evidencias como el trabajo en equipo, pensamiento crítico y sobre todo, algo muy importante, que es la autonomía”, indica.
Para contribuir con las familias y menguar el impacto económico de la pandemia, Futura Schools redujo las pensiones de sus colegios en un 50% durante marzo y en un 30% en abril. En los meses posteriores, el descuento fue de 25% para inicial, 20% para primaria y 15% para secundaria.
“También dimos becas a estudiantes cuyas familias tenían complicaciones económicas, congelamos pensiones e incluso capacitamos a los padres de familia que tenían emprendimientos para que pudieran reflotar sus negocios”, indica Zapata.
Todas estas medidas representaron una caída de aproximadamente 20% en la facturación de la cadena de colegios; sin embargo, explica Zapata, tomaron medidas para poder recortar costos y tratar que calcen con los ingresos reducidos.
Futura Schools tiene diez colegios en seis provincias (Arequipa, Trujillo, Tacna, Ica, Chiclayo y Piura). Zapata comenta que piensan contar con nuevas sedes en el 2023. “El siguiente paso es ingresar a Lima con cuatro colegios. Y para poder cumplir con los plazos, es necesario concretar las compras de terrenos este año”, indica.