Los bonos del gigante petrolero estatal de México eran los mayores perdedores en el mercado latinoamericano el lunes después de que Fitch Ratings rebajara aún más la calificación de la empresa y mantuviera una perspectiva negativa sobre la deuda.
Las notas de Petróleos Mexicanos con vencimiento en 2025 caían 1.6 centavos a alrededor de 95 centavos por dólar estadounidense a las 11 a.m., hora de Nueva York, según datos de Trace. El rendimiento adicional que exigen los inversionistas para mantener los bonos de Pemex sobre el soberano también subió el lunes.
Fitch recortó el viernes la calificación crediticia de la perforadora petrolera a B+, cuatro niveles en grado especulativo, bajo el argumento de que la producción de petróleo de la compañía no crecerá y que los accidentes recientes han puesto en duda su capacidad operativa a medida que aumenta la carga de la deuda.
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“Pemex enfrentaba problemas incluso antes de la rebaja”, dijo George Ordóñez estratega en BBVA.
Todavía más preocupante es la decisión del asesor crediticio de mantener una perspectiva negativa para la empresa, lo que deja la puerta abierta para más recortes, dijo Ordóñez. Moody’s Investors Service califica a Pemex en B1, el equivalente al puntaje de Fitch. S&P Global Ratings lo tiene como BBB, dos niveles por encima de grado especulativo.
Algunos de los administradores de dinero más grandes del mundo, incluidos Pimco, han evitado la deuda Pemex dado que el presidente Andrés Manuel López Obrador, un partidario acérrimo de la perforadora, dejará el cargo el próximo año. Eso es porque la compañía carga una abultada deuda de US$ 107,400 millones, lo que la convierte en la principal petrolera más endeudada del mundo. Fitch prevé que la producción se mantenga estable en 1.8 millones de barriles de petróleo equivalente por día.
“Pemex es una historia de largo plazo que necesita ser corregida”, dijo Serguéi Goncharov, inversionista de Vontobel Asset Management en Miami. “Es algo obvio para todos, incluso para el propio Gobierno”.
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